México

Los militares realizarán labores policiales hasta 2024

La cuarta transformación ha sellado en una ley lo que había sido una realidad de facto durante más de una década.

Catorce años después de la polémica salida del Ejército de los cuarteles para patrullar las calles con la justificación de la crecida del narcotráfico, la entrega de la seguridad pública a los militares ya cuenta con un blindaje legal, una petición recurrente de la cúpula castrense.

Y por increíble que parezca, ha sido el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, padre de la 4T y gran crítico y opositor de la militarización de las labores policiales durante sus largos años en la oposición, el que ha consolidado el nuevo papel del Ejército hasta marzo de 2024, prácticamente hasta el final de su mandato presidencial. 

La influencia de las Fuerzas Armadas en la vida civil mexicana ha ido en aumento desde la llegada de Morena al poder, con políticas cada vez más claras de mano tendida a los militares.

Los negocios inmobiliarios, construcción de aeropuerto, refinería, las concesiones logísticas o de gestión, se han multiplicado durante los últimos dos años.

Y frente a esta decisión legisladores de oposición y organizaciones de la sociedad civil y simples ciudadanos, solo nos queda criticar el decreto presidencial publicado en el DOF: 11/05/2020, para autorizar la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, donde por ser minoría en el congreso, no hay mucho que se pueda hacer, todo indica que esto es el inicio de la militarización del país y representa dar más poder político a este sector castrense, esto esta mas que claro que el agua, este decreto es la respuesta al fracaso de la Guardia Nacional.

El multicitado acuerdo, se encuadra dentro de un plan mayor, avanzado con la creación la primavera del año pasado de la Guardia Nacional, el polémico cuerpo de seguridad nacido ex profeso para controlar la violencia en el país.

La medida estrella del López Obrador en materia de seguridad necesitó de una reforma exprés de la Constitución, donde se establecía que “en tanto la Guardia Nacional desarrolla su estructura, capacidades e implantación territorial, el Presidente de la República podrá disponer de la Fuerza Armada permanente en tareas de seguridad pública”.

Si duda a todos nos ha sorprendido el momento elegido para hacer efectiva esa prerrogativa.

Ha pasado ya más de un año desde la implantación de la Guardia Nacional, con sus efectivos desplegados ampliamente por el territorio del país, cumpliendo desde controles migratorios en la frontera norte y sur, por la presión de los gringos, hasta labores policiales en los barrios más peligrosos de los estados mas calientes.

El acuerdo, además llega en medio de la crisis sanitaria por el Covid-19, con el Ejercito al mando también de hospitales y recursos sanitarios para hacer frente la pandemia y con una creciente crisis de inseguridad que podría poner en peligro los procesos de transparencia, que han hecho que vayan en detrimento las instituciones encargadas de la misma, además de, paradójicamente el incremento de la violencia en el país.

La nueva movida de AMLO representa otra vuelta de tuerca en su cambio de discurso desde su llegada al poder. Donde una de sus frases de campaña en 2018, continuando con su crítica a la militarización durante su larga época en la oposición, fue “abrazos y no balazos”.

 El nuevo eslogan ahora es “El ejército es bueno, porque el ejército es pueblo”.

Bueno queridos lectores esta es mi opinión y por aquí les dejo el link, por sí les interesa conocer el acuerdo.

https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5593105&fecha=11/05/2020

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