México

Sentado sobre muertos

Como saben, hace algunos días presenté mi libro: “Mi querido México del Presente”. Sin duda esta aventura me ha traído desvelos, mucho trabajo y muchas satisfacciones. Un proyecto que no solamente hizo llevadera la pandemia, sino que ha hecho que viva uno de los mejores momentos de mi vida. Desgraciadamente, con cada mensaje de apoyo y cariño, con cada entrevista, con cada presentación y con cada logro, se asoma el fantasma de lo que se está sufriendo en las calles de México.

Estos últimos días han sido muy tristes para el país, pues se han multiplicado los casos de Covid-19 y, con ellos, las muertes. Días record, en un lastimoso engranaje de desgracia, irresponsabilidad, centralismo y necedad, que nos muestra al poder peleado con sus gobernados. Vivimos un momento de luto e incertidumbre para miles y miles de mexicanos. Un momento en que las FakeNews son más veraces que la información oficial y en el que los personajes de la propia 4T se ven acorralados y comienzan a señalar a un culpable.

Así se filtró la supuesta discusión que tuvieron Claudia Sheinbaum y López-Gatell y se dieron los duros señalamientos de Germán Martínez Cázares, que, sin temor, dijo: “Yo creo que López-Gatell está sentado sobre los muertos, eso no está bien y debe criticarse por todos lados, por que los muertos ya no pueden hablar”. Ya antes Bonilla y Barbosa se habían desmarcado de lo que vendría.

Y al final del día, y es justo a lo que iba, la reflexión, creo yo, debería versar en el daño que la centralización del poder le hace a todo e incluso a la lucha contra un virus. Dependemos de un pseudo científico, que hace afirmaciones temerarias, contrarias a lo que la OMS y decenas de científicos aseguran, sin que nadie pueda ponerle un alto, pues lo respalda el tlatoani. Y es aquí donde debemos cuestionarnos: ¿Qué pasaría si en verdad México viviera un proceso de descentralización y tuviéramos un sistema de salud nórdico?

Algunos preguntarán: ¿Qué relación tienen ambas preguntas? La respuesta es simple: mucha; pues a raíz de un proceso de descentralización, estos países fortalecieron sus municipios y depositaron en lo local, en los gobiernos más cercanos a las personas, muchas responsabilidades del Estado: como la salud, la educación, entre otras. Logrando con ello aligerarle las cargas al poder central, tener los servicios en manos de la primera línea del gobierno, la más cercana, y hacer del Estado un gestor de bienestar y no un pesar para sus ciudadanos. Con eso se acabaron las decisiones de un solo hombre y fluyó el debate social… y también el científico.

¿Qué se logró? Pues qué si bien el poder central establece las directrices, éstas se discuten y no son presa de la necedad de nadie, como pasa en México. En consecuencia, en Suecia el científico que impulsó el modelo de la Inmunidad del Rebaño de menos se disculpó y reculó y no jugó a la imposición de sus ideas, como se está jugando en nuestro país.

Aquí no hubo consenso, simplemente se impuso un hombre que está sentado sobre los muertos.

David Agustín Belgodere

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