Opinión

Derecho de Picaporte


Alfonso Godínez Mendiola.
Hasta antes de los resultados electorales de Coahuila e Hidalgo, todas las encuestas ubicaban al PRI en el tercer lugar de las preferencias en la intención del voto. La disputa por las preferencias era entre Morena y el PAN mientras el tricolor se rezagaba cada día más. De las 15 entidades donde además de la elección federal intermedia, tendrán también elección de gobernador, en ninguna le daban el triunfo al Revolucionario Institucional, pues en casi todas, la tendencia era a favor del partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador, mientras que al partido de los mochos y de los moches, le asignaban tres gubernaturas. Sin embargo, la tendencia se ha invertido a favor del PRI mientras Morena ha bajado un poco en la intención del voto, al tiempo que la derecha azul se ha desplomado, mientras que lo que queda del PRD, alguna vez la segunda fuerza y el principal partido de izquierda, hoy es un triste remedo que sirve de apéndice a la gran alianza opositora PRIAN, alianza que en los hechos siempre ha existido, a eso que AMLO se refiere como “el periodo neoliberal” que comprendió los sexenios de Salinas, Zedillo, Fox, FeCal y Peña, el “salinato” en el cual ambos partidos aprobaron de la mano todas las privatizaciones, las contra reformas laboral, energética y política con el que regresaron la antidemocrática figura de la reelección, entregaron la riqueza nacional minera, ferroviaria y parcialmente energética al capital extranjero, el desmantelamiento de las industrias paraestatales que quedaban, así como del sistema de salud y de seguridad social en lo general. Por eso, que nadie se diga sorprendido con la alianza de esos partidos en lo electoral, y que se alíen también con los grandes líderes empresariales a los que el modelo económico neoliberal sirvió incondicionalmente. Y mientras tanto, por el momento todo indica que el PRI mexiquense no irá en alianza con el PAN ni con esa cosa que ni es partido ni es ecologista, como tampoco con el nuevo partido propiedad de la ex presidiaria Elba Esther “La Chucky” Gordillo. Pero la alianza que más le urge al tricolor mexiquense es con la propia militancia, que no siente ni hace suyo un liderazgo real, que por muchas décadas lo fue siempre el gobernador en turno. A este no lo sienten suyo, no hay identidad con el júnior y su “estilo personal” de llevar la política en el estado, y hasta se percibe una sensación de abandono, de entrega anticipada de “la plaza” para el 2023, de ahí la aparente indiferencia a la desbandada hormiga que hace una parte de los militantes priístas mexiquenses, ante el acecho de la pepena política de los otros partidos, principalmente la franquicia verde, mientras los de más esperan a que algunos priístas con mayores posibilidades de ser candidatos, o que crean tenerlas, no resulten ser los designados y les impongan a otros, a los mismos de siempre con sus nefastos júniors lelos, se vayan de su partido y después miremos sus nombres en las boletas, pero bajo otros logotipos y colores. El tiempo se acaba… Feliz martes.
Comentarios y mentadas: godinezalfonso@hotmail.com

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