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El golpe catastrófico de la pandemia Covid-19

Por: El Husmeador

La pandemia en México avanza cada día sin que las autoridades puedan tener control de su dispersión ni de los impactos que genera en las vidas humanas y en la economía.

De acuerdo con la información oficial al día 25 de octubre del presente año, México tiene 860 mil 439 casos acumulados confirmados de Covid19, y se encuentra entre los 10 países con mayor número de contagios en el mundo. A esta fecha, el país se encuentra inmerso en una disputa por el sexto lugar con Colombia, que ostenta más de 770 mil casos; aventajando por muy poco a España que cuenta con cerca de 682 mil casos. De la misma forma, respecto al número de defunciones, ostenta el cuarto lugar después de Estados Unidos, Brasil e India, con una diferencia de solo 15 mil con respecto a este último.

A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido el importante papel que juega un adecuado diseño e implementación de una política sanitaria, México no ha ajustado ni reorientado las estrategias o políticas públicas para contener el daño sanitario y económico que el virus ha dejado desde el inicio de propagación en el mes de diciembre del 2019. De hecho, la respuesta oficial a la reciente publicación del estudio La pandemia en México, cuyos autores son seis de los ocho ex secretarios de salud fue la de desdeñar totalmente sus recomendaciones, incluso con un dejo de burla e ironía.

El limitado control que han tenido las autoridades sanitarias en nuestro país en torno al avance de la pandemia se vio reflejado desde un inicio cuando, de manera tardía, declararon a finales del mes de marzo la condición grave de atención prioritaria. Esto, aún y cuando la OMS publicó desde el 10 de enero de 2020 un conjunto de orientaciones técnicas sobre la forma de enfrentar las diferentes situaciones sanitarias, relacionadas con la detección de casos, la realización de pruebas de laboratorio o sobre la adecuada gestión y manejo de los casos existentes, entre otros.

Además del mal manejo de la pandemia, como consecuencia directa la economía está viviendo la peor crisis de que se tenga registro. Se pronostica una caída del PIB de casi 10% en 2020 y una muy lenta recuperación para los años siguientes. La actividad económica en 2020 será semejante a la registrada en 2014, y en términos per cápita será del nivel que teníamos en 2010. El desplome de la inversión pública y privada, que inició desde fines de 2018, actualmente se encuentra en el nivel de hace 16 años (octubre de 2004), lo que permite vislumbrar una reducción del crecimiento económico futuro.

El cierre de casi medio millón de empresas, la pérdida de ingresos a poco menos de la mitad de dos de cada tres hogares durante la pandemia, el endeudamiento de las familias y la incertidumbre en el futuro impedirán una rápida recuperación económica. Estamos frente a una década perdida.

El impacto social es también devastador y ya se resienten sus estragos. Cientos de miles de familias han perdido a algún familiar y el regreso de millones de personas al mercado laboral, no representa recuperar su nivel de ingresos normal. Para julio, cuatro de cada 10 personas que se encontraban en edad de trabajar, se enfrentaron al desempleo y más de cuatro millones de personas que están disponibles para trabajar, ni siquiera están buscando empleo. Solo el 27% de la población tiene la tranquilidad de que podrá obtener alimentos, mientras que el 30% de los adultos presentan altos niveles de ansiedad. El impacto por Covid-19 ha llevado a la pobreza a más 12 millones de personas y las clases media y alta han sufrido disminuciones en sus niveles y calidad de vida.

En el manejo de la crisis sanitaria, el escenario es igualmente catastrófico. Hasta este domingo 25 de octubre se cuentan más de 88,734 mil fallecimientos oficialmente registrados. Dado el subregistro ya ampliamente documentado, el número de muertos directa o indirectamente relacionados con Covid-19 podría ser de más de alrededor de 230 mil personas, lo que coloca a México en el cuarto lugar mundial en números absolutos, y el decimoprimero por millón de habitantes.

El gasto en salud a partir del 2012 ha presentado un declive llegando hasta un mediocre 2.4% con respecto al PIB. Sin un presupuesto adecuado no se podrán tener avances sustantivos en la solución a los problemas salud. Solo seis de cada diez personas tienen acceso a servicios de salud. Si bien parece haber sido exitosa la conversión hospitalaria para atender la pandemia, el 42.5% del total de fallecimientos en el país se registró durante los primeros cuatro días de haber ingresado a un hospital y el 86% a los 15 días. Así difícilmente la ocupación hospitalaria habrá de saturarse. Además, el 48% de las personas contagiadas por Covid-19 que entra a alguna Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) está falleciendo.

El personal sanitario sigue siendo muy vulnerable. Con un corte hasta fin de agosto, se confirmaron cerca de 100 mil casos de personal sanitario contagiado y 1,320 fallecimientos. De este número de fallecimientos, el 49% se refiere a personal médico, el 30% a otros trabajadores del sector y el 17% a enfermeras, donde la Ciudad de México, Puebla, Veracruz y Tabasco son las entidades con mayor número de muertes. Nuestra estimación es que el número de fallecimientos del personal sanitario para el 16 de septiembre es de más de 1,500, lo que representaría un 2.04% del total de fallecimientos. Y se calcula que para el 31 de diciembre, este número se podría elevar a 2,936 fallecimientos.

Por otra parte, el Programa Sectorial de Educación ignora la crisis sanitaria y las necesidades que implican la “nueva normalidad”. El incremento al presupuesto de 24 mil millones de pesos a la SEP respecto de 2019, solo responde a programas prioritarios del presidente como las becas Benito Juárez y Acuña. La alternativa “Aprende en casa II” de educación por televisión abierta deja en total exclusión a 33% de los hogares del país que no cuentan con dicho recurso. Es decir, el 60% de los niños en edad de cursar la escuela primaria no está recibiendo ninguna educación y se prevé que la tasa de abandono escolar en el nivel medio superior para el ciclo escolar 2020-2021 sea de 17.5%.

A pesar de que la implementación de los programas sociales tiene, en teoría, el objetivo de beneficiar a la sociedad en temas como la pobreza, en la práctica, el gobierno y la estrategia por sí misma, se han quedado cortos en todos los aspectos para alcanzar los objetivos que originalmente se plantearon en los programas. La operatividad de los programas sociales del gobierno federal se limita al otorgamiento monetario (becas o recursos), que si bien ayudarán a la población objetivo en algún punto, se evaden elementos como la calidad de los programas, la disponibilidad de los beneficios sociales o el acceso a los servicios.

Después del análisis anterior podemos concluir que la pandemia de Covid-19 en México sigue fuera de control y causando estragos. El número de contagios y de fallecimientos sigue siendo sumamente elevado y las perspectivas de los especialistas no son prometedoras.

Además, tenemos que sumar las contradicciones entre autoridades sanitarias y el mismo presidente López Obrador de estos últimos días, que confunden a la población; unos informan a los medios que la pandemia parece estar entrando a un rebrote y de inmediato AMLO lo niega.

Pues si AMLO tiene razón, no se trata de un rebrote, porque nunca se ha bajado la curva de contagios en el país.

Con cinco mil 980 contagios y 463 defunciones por coronavirus en promedio al día, en lo que va de octubre se registra un alza en los casos y decesos ocurridos diariamente con respecto a septiembre, Hasta este domingo 25 de octubre tenemos 35,439 casos activos; 860,440 casos acumulados; 88,734 defunciones y 587,452 casos recuperados.

Estas cifras corresponden a un repunte, que es el término correcto que se debe usar en México, puesto que un rebrote sucede cuando se dejaron de registrar casos de una enfermedad y de pronto surgen pacientes, lo que no ocurrió en el país.

Parece que la gente le perdió el miedo a la enfermedad, las calles están llenas, hay un tráfico similar al que había antes de la Jornada Nacional de Sana Distancia, gente en restaurantes, en plazas, en el espacio público.

Estimados lectores, no hay que olvidar que estamos en pandemia, que esto no se ha acabado y si no nos cuidamos, no se acabará, por eso lo mejor es destacar la necesidad de lavarse las manos frecuentemente, utilizar gel antibacterial cada vez que sea necesario, evitar lugares concurridos y, en caso de salir al espacio público, usar el tapabocas, tomen sus precauciones y cuiden a la familia.

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