Estado de México

Hasta ahora los verificentros del Valle de Toluca han perdido 600 mdp

Ingrid Mañon

La Asociación de Verificentros del Valle de Toluca reporta pérdidas millonarias tras haber dejado de realizar un millón 722 mil verificaciones, en los 72 días que llevan cerrados por la contingencia.

Los verificentros fueron de los primeros negocios en cerrar sus puertas para ponderar la salud de los mexiquenses.

Pese a las pérdidas, continúan sus pagos fijos, como renta, nóminas, luz, teléfono y el mantenimiento de equipos.

La Asociación de Verificentros del Valle de Toluca contabiliza pérdidas por 600 millones de pesos tras haber dejado de realizar un millón 722 mil verificaciones durante los 72 días que llevan cerrados por la contingencia sanitaria por Covid-19, informó su presidenta, María de Lourdes Campos Medina.

Indicó también que este sector es uno de los que registra mayores afectaciones económicas al haber sido uno de los primeros que cerró sus puertas para ponderar la salud de los mexiquenses, y temen que su situación empeore al saber que podrán reabrir una vez que el semáforo establecido por la autoridad Federal esté en amarillo.

Por lo anterior, la Asociación de Verificentros del Valle de Toluca entabló mesas de trabajo con autoridades estatales ante la falta de certeza de si se reabrirán estos negocios antes de que termine el mes de junio para que les permitan utilizar los hologramas adquiridos en enero para la segunda mitad del 2020, pues la inversión que hacen en estos son una suma considerable, sin que precisara el monto.

Cabe mencionar que el Estado de México cuenta con 100 verificentros, más los espacios autorizados dentro de las agencias automotrices, con un promedio de 20 colaboradores, y un costo por verificación promedio de 499.50 pesos.

Asimismo, señaló que los pagos fijos, como el de los servicios, han empeorado su situación y para combatirlo explicó que realizaron negociaciones para lograr acuerdos con los arrendatarios en donde se ubican los verificentros y hacer ajustes o aplazamientos en los pagos y con ello lograr que la plantilla laboral permanezca completa para su reapertura.

“Es evidente que la cuestión de salud y seguridad de la población es prioritaria en este momento, pero el sector fue uno de los primeros que se paralizó y seguimos teniendo el pago de gastos fijos, como la renta de los establecimientos, el pago de nóminas, luz, teléfono y, más aún, el mantenimiento de equipos y calibraciones para que la garantía de los equipos mantenga vigencia”.

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