Opinión

Las lecciones del caso Iberdrola

El caso Iberdrola generó, sin duda, fuertes cuestionamientos, reflexiones y lecciones en diversos sentidos. Por un lado, nos hace ver la lógica “anti-empresas” de este gobierno, que exhibe nuevamente, como pasó con el aeropuerto y con la planta de Constellation Brands, el desaire a la inversión privada, sobre todo la extranjera, dejando ver un López fuertemente estatista. Con frases como: “Que se entienda bien, que se escuche fuerte y lejos, México no es tierra de conquista, no van a venir a saquearnos, se acabó eso” y “a nosotros no nos interesan los negocios privados, nos interesan los negocios públicos”, el presidente López marcó una postura que nos recuerda mucho a la del México de López Portillo y poco nos hace visualizar al México del futuro.

También nos mostró que es un retrógrada y que tiene poco entendimiento del mundo (de menos del Primer Mundo), eliminando de un porrazo la posibilidad de tener inversiones en un sector que se vuelve fundamental, como es el de las energías limpias. No olvidemos que su política energético-ambiental ha sido totalmente errática y que en México hay nuevos proyectos de termoeléctricas altamente contaminantes, que se acabaron las subastas de energías limpias y gran parte de los beneficios de la Reforma Energética, que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha retrasado diversas resoluciones relativas a proyectos de energías limpias, que se han comprado combustibles que impactan de modo negativo al medio ambiente, como el carbón y otros combustóleos, para generar energías y que se ha desatendido toda la legislación ambiental y los acuerdos de los que México es firmante en la materia. Esto a pocos días de varias noticias que sacudieron el Planeta: Australia anunciaba al mundo que el trimestre pasado había logrado producir el 100% de sus energías a partir de fuentes renovables, la Unión Europea anunciaba que Europa había logrado producir más de la mitad de sus energías del mismo modo, en el mismo periodo de tiempo, y, en los EEUU, el estado de California anunciaba que para el año 2035 prohibirá el uso de automóviles movidos a base de gasolina.

Por último, hizo latente el revanchismo como su único fin, al señalar, desde su púlpito de las mañanas, a Iberdrola de ser una empresa corrupta, con el único argumento de que una de sus filiales tuvo a Calderón en su Consejo de Administración. En su cabeza no cabe la posibilidad de que la iniciativa privada pueda reclutar a ex funcionarios por sus capacidades técnicas y que éstos, pasado un tiempo prudente, puedan aceptar una oferta laboral fuera del sector público. En la mente de López el haber sido funcionario en el pasado y no haberse rendido ante él, como lo hicieron muchos, es una incapacidad que hace que quienes ocuparon puestos de carácter técnico y/o político deban ser señalados, por el simple hecho de tomar ofertas laborales.

Así, con estos señalamientos en contra de Iberdrola, hizo que México perdiera una inversión de 5 mil millones de dólares a mediano plazo, mientras la misma empresa anunciaba una inversión de 8 mil 300 millones de dólares en los EEUU.

Del mismo modo, estos señalamientos generaron temores en los EEUU, al grado que un grupo de 43 senadores republicanos, encabezados por el texano John Cornyn, mandaron una carta al presidente Trump pidiéndole su intervención, tras afirmar que la CRE hoy es un obstáculo para la inversión norteamericana en el sector energético. “Nos preocupa que estas acciones demuestren un patrón de obstrucción y lo instamos a buscar una resolución con el Gobierno de México para mantener las condiciones de mercado actuales que brinda el marco regulatorio de la reforma energética, junto con certeza y equidad para las empresas estadounidenses que operan y compiten en México”, señalaron los senadores en su misiva, y agregaron: “Escribimos para llamar su atención sobre las acciones del Gobierno de México que amenazan la inversión y el acceso al mercado de las empresas energéticas estadounidenses y socavan el espíritu del T-MEC”. Y es que la simple amenaza de cambiar la Constitución para favorecer a las paraestatales (PEMEX y CFE) y ser un obstáculo para la inversión extranjera en el sector, violenta los capítulos 15, 22, 28 y demás relativos de dicho acuerdo comercial, lo que, además de poder acabar en litigios y arbitrajes de carácter internacional, mina la confianza en nuestro país y ahuyenta la inversión.

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En fin, las lecciones que López nos deja en este capítulo son de rezago, de odio y de desprecio a la ley, al medio ambiente y al progreso. Mientras en su mente el petróleo y el carbón construyen el futuro, el mundo avanza en la dirección contraria… por otra parte, sin duda este capítulo se encamina a ser la segunda gran crisis diplomática del sexenio.

David Agustín Belgodere

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