SANANDO LA RELACION CON MAMÁ.

Dra. H.C. Diana Marines.

Hola mamá, estas líneas son desde el fondo de mi corazón para que
sepas que desde hoy, elijo sanar contigo nuestra relación, toda
tristeza, dolor, rencor, resentimiento u otro sentimiento de peso
que podamos cargar en nuestra alma, con el fin de liberarte y a su
vez, sanar mis propias heridas.
Te elegí como mi madre desde antes de nacer, eres sin duda el
vínculo más bello del universo. Sin duda, tu labor como madre ha
sido muy intenso y hasta cierto punto pesado, gracias a ti he
aprendido mucho sobre ser valiente en la vida y a saber que yo
puedo, sin embargo; debo confesarte una cosa y es que hay algo
dentro de mí que está triste, roto y llora cada vez que puede, es
una pequeña persona que está lastimada y que necesita sanar para
seguir su crecimiento.
No te culpo madre por mis penas, mucho menos del dolor que
pueda sentir al día de hoy pero, si quiero que sepas que hoy tengo
la voluntad de soltar ese peso tan grande que no me permitía
avanzar. Hoy sé que solo depende de mí ser feliz y confiar en que
soy un buen ejemplo para mi hijo.
Siempre desee formarme como un buen ser humano, como hija
tuya y como mujer que nació de ti y de la cual te sintieras orgullosa,
busqué tu aprobación dejando muchas veces de lado mi verdadera
convicción.

Quizá, erróneamente, en mi necesidad de sentir ese
amor tuyo me abandoné y no aprendí sino hasta después, a
diferenciar entre las personas que realmente me aman y las que estaban conmigo lastimándome o exprimiendo lo que yo podía
darles, es decir; solo por interés.
Sé, que al sanar nuestra conexión, sanará mi pequeña “yo” y al fin
seré libre de ataduras y dolores del pasado…
No soy quien para perdonar y menos a ti madre pero, te libero de
mis juicios, mis pensamientos y mis sentimientos de dolor y
carencia. No mereces un peso tan grande, ni yo merezco cargar con
el recuerdo de la atención que a veces me negaste.

Vengo de ti madre y al liberarte me libero también, al igual que a
mis ancestros y mi descendencia.
Agradezco tu apoyo, tu guía y tu tiempo pues sé que tu camino no
ha sido mejor que el mío y hoy alabo todo lo que creaste pues fue
lo mejor que pudiste hacer.
Siento más paz en mi alma en medida que escribo éstas líneas, sé
que algún día las tendrás entre tus manos y sabrás de lo mucho que
te amo. Que jamás me alejé de ti por rebeldía o desobedecí alguno
de tus mandatos por hacer mi voluntad. Hoy en día, es el amor
propio lo que nace dentro de mí y eso me lleva a ya no permitir
ciertas cosas o personas y si algo es seguro madre, es que viviste y
vivirás en mí. Quizá es muy difícil de entender pero, para mi es lo
mejor que hoy puedo hacer.
Lamento si muchas veces en la edificación de mis anhelos
desobedecí tus mandatos. No soy perfecta, hoy lo puedes ver pero,
siempre seguiré los latidos de mi corazón para forjar con amor la
mejor versión de mí.

Mi palabra la tienes cuando te digo que soy una mujer plena y llena
de felicidad y que me amo con mucha intensidad. Ahora en mi vida
solo llegan personas que me aman y ya aprendí a diferenciar entre
el que quería manipularme o hacerme sentir mal, al que me ama de
verdad y sin pretensiones, no soy mejor que nadie pero, ya no me
dejo pisar. A veces me han llamado arrogante y creída pero, es
simplemente el amor propio el que me hace brillar y eso madre
mía, es algo que a la gente gris nunca les va a parecer pues de
entendimiento la gente siempre va a carecer y más si se trata de
celebrar logros ajenos, sé muy bien madre que mis metas son solo
mías, mas nunca para sentirme superior, al final la gente se siente y
se pone donde merecen estar.
Hoy comprendo mamá, que soy diferente a ti, sin embargo; seguiré
dando todo y más para honrar el camino que estoy segura quieres
para mí vida.
Te amo mamá. Hoy te libero de mí.