Por: Dra. H.C. Diana Marines
¿Has sentido en algún momento de tu vida que la relación con algún familiar no está siendo del todo sana? ¿Te has sentido humillado y/o desvalorizado por alguien de tu misma sangre?
Aunque parezca algo absurdo, el bulling se comienza desde casa con comentarios que parecen inofensivos pero, que desde pequeños, se quedan automáticamente grabados en el subconsciente haciendo estragos a la larga, poner apodos denigrantes u ofensivos, burlas o comentarios que hacen sentir inferior a quien las recibe, generan rencores, hastío y rechazo hacia quien las emite.
En realidad, para la sociedad en la que se vive y desde otras épocas, el término “familia” está sistematizado como algo fundamental o inquebrantable, aquel que saliera del lineamiento o rompiera las reglas impuestas por los superiores o en este caso los padres, era visto como “la oveja negra o el rebelde” y es que en realidad, salir de la caja en la que se crece, tener ideas propias y diferentes, generar incluso resultados desiguales cuando normalmente se sigue una misma línea, tiende a generar envidias ya sea entre hermanos, primos, sobrinos, etc… Un vínculo familiar quebrantado por traición o cualquier otro tipo de acción, puede doler más de lo que se piensa o espera, sin embargo; no es algo que no pueda superar.
Tal es el caso de los padres que tienen más preferencia por algún hijo en especial, ya sea por solidaridad, apego, ayuda, por conveniencia o por afecto. Siempre habrá un muro tal vez no irrompible pero, si intermedio que no permitirá que el amor sea repartido para el o los demás hijos que también merecen ser valorados, escuchados, atendidos y apoyados cuando más lo necesiten. La relación papá-mamá/hijo-hija siempre se verá afectada mientras no exista imparcialidad, objetividad, respeto y amor, siendo así que los padres son el ejemplo de los hijos.
Es difícil imaginar romper algún lazo familiar, más si existen intereses de por medio o quizá un sentimiento puro, sin embargo; no puedes permitir que exista en tu vida personas que te manipulen, te lastimen, hieran, minimicen tus logros, te vean como proveedor y termine siendo tu obligación ayudar a hermanos o demás familiares solo porque tienes un buen status social, así mismo que coarten tu libertad de expresión e incluso pasen por encima de quien eres solo por ser “de la misma sangre”
Actualmente, el respeto, la dignidad y el amor propio en cierto punto se ha potencializado con Coaching o entrenamientos de vida que permiten observar y esclarecer el valor de cada ser humano, generando así un auto-respeto que da las herramientas para identificar las carencias emocionales de cada ser humano incluyendo los errores propios, según sea el caso y a su vez, no permitir más manipulaciones y soltando con más facilidad si alguien decide alejarse para siempre de tu vida.
Finalmente, la idea principal de éste artículo es que no permitas que nadie, absolutamente nadie pise al grandioso ser humano, irresistible, poderoso/a e inquebrantable que eres. Solo tienes una vida y si es tu momento de soltar a alguien que es peso muerto, simplemente agradece y déjalo ir.
