Estimados lectores agradezco que cada vez sean más los que siguen estas VIVENCIAS me siento comprometido y feliz. En esta ocasión quiero relatar las emociones que me provocaba –seguro a muchos de ustedes también- el arranque de un nuevo torneo.
Generalmente NO hay lugar para el pesimismo, por mal armado que este el plantel, siempre existe la esperanza de que el nuevo refuerzo la va a romper, que el novato va a ser la revelación, que el jugador mediano va a crecer y así por el estilo.
En mis años mozos sin las benditas o malditas redes sociales se vivía el futbol de otra manera. Si los juegos eran de visitante, como ahora será el caso ante Monterrey, hacíamos casi una cadena de oración porque algún canal lo trasmitiera. esa emoción de saber que ya tocaba que jugara nuestro equipo, si era de visita rogando que la televisora lo transmitiera, muchas veces esa cadena NO funciono y no eran trasmitidos.
Cuando le tocaba de local, no había necesidad de recurrir a la fe, ni a la Televisión, simplemente portarse NO tan mal, para cumplir con el ritual de la bombonera de cada domingo con mi padre; sweater, bandera almuerzo y estábamos hechos para ir al templo de nuestro infierno, como les he relatado en otras ocasiones.
Recuerdo que, en esa década de los 80s, nuestro toluquita NO era tan bueno, pero no había mucho que reclamar porque cada quince días en casa el equipo se partía el alma. Si faltaba calidad, lo compensaban con entrega, recuerdo que eso me hacía sentir orgulloso.
Ese equipo rojo escarlata que me hacía vibrar y hago énfasis en esto porque en la actualidad nuestro equipo, ni nos hace vibrar y menos soñar. No le visto forma, ni una idea de juego colectivo y ya no hablemos de actitud. Hoy no me gusta nada la sensación que me provoca lo mal que se habla del equipo en los medios de comunicación, en las redes sociales. El equipo no ilusiona a nadie, ni a sus aficionados a diferencia de lo que pasaba antes.
No es para nada agradable que, a los niños y los nuevos seguidores del Toluca, les rompan esa ilusión aun antes de iniciar el torneo. Los diez años no han sido nada buenos, a pesar de que se reestreno un estadio moderno y se llegó a dos finales de Copa y Liga que se perdieron en forma consecutiva, pero NO podemos pasar la vida lamentándonos y siendo pesimistas, todos los inicios, cada día es una nueva oportunidad para reconstruirnos y ser mejores, pasa en la vida y pasa en el futbol. NO podemos sentirnos derrotado, sin haberlo intentado.
Hagamos como aficionados nuestro trabajo en la tribuna, en la televisión, apoyando y exigiendo que en la cancha aun sin nombres rimbombantes, nos entreguen el corazón y sudor a plenitud como mínima exigencia. Por el Huracán que está en el norte del continente y que afectara a Monterrey, el juego ya fue reprogramado para jugarse el próximo martes 28 de julio.
Aun así, me dicen mis infiltrados en el vestidor rojo que NO podremos ver todavía a Joao Plata y el uruguayo López porque, aunque ya tienen su pase internacional, aún no tienen visa de trabajo. Pero espero que desde este inicio el liderazgo de Sambueza se haga presente y los contagie.
Si fuera el Chepo y entre las ausencias y el Covid yo pondría este cuadro; Luis García en la portería, luego una línea de cuatro; “Dedos” López, Maidana, Mora y Chala. Metería a dos contenciones; Güémez y William y delante de ellos a Alan, Sambu y Canelo, para dejar en punta a Estrada.
Me late que mis diablos dan la sorpresa y ganan de vista uno por dos, es más ya entrado en gastos como dicen por ahí, a mis seguidores y lectores de mi columna que me envíen su marcador a mi cuenta de twitter @elchitavivenci1 y acierten marcador y anotadores me comprometo a conseguirles una playera de Rubens autografiada ¡Chin chin el que se raje!
SUFRE MAS AQUEL QUE ESPERA SIEMPRE, QUE AQUEL QUE NUNCA ESPERÓ NADA DE NADIE. Pablo Neruda
