Por: Dra. H.C. Diana Marines
Desde que comencé a escribir mis artículos, siempre he deseado transmitir apoyo y herramientas para aquellas personas que necesitan de palabras de aliento o simplemente, algún método para llevar una vida más armoniosa, plena y feliz. Ésta ocasión, quiero traer a ti algunos pasos sobre emprendimiento y cómo cuidar a tus clientes, recuerda que ellos son la parte fundamental para que tu negocio sea todo un éxito.
- SIEMPRE ESCUCHA. Permite abrir tu mente y tus oídos a sugerencias y comentarios de tus clientes, esto no significa que cambiaras tus productos o tendrás que darles gusto a todos, es simplemente ponerse en su lugar, eso te hará tener más empatía y entendimiento sobre lo que realmente necesitan. Juega a ser tu propio cliente, ¿comprarías los productos que tú vendes? ¿Cómo calificarías el trato del vendedor (si es que eres tú mismo)?
- ANALISIS. Realiza encuestas que te permitan ver la calidad, precios y atención que ofreces. Eso te llevará a ver más claramente lo que puedes potencializar y eliminar en caso de que no hayan buenos comentarios.
- CONSIENTE A TUS CLIENTES. Una parte fundamental para que un cliente siempre regrese es la actitud y algún detalle que tengas para con ellos. Como experiencia personal, puedo compartir contigo que el éxito de mis productos son el 60% por el trato amable que doy a cada una de las personas que confían en mí y en mis servicios. Un buen negociante empieza por ser una buena persona con los demás, tener un detalle en cada envío, tener precios especiales a clientes frecuentes, hacen la diferencia.
En la actualidad, la mayoría de la gente está más enfocada en saber cuánto va a ganar, que en mantener felices a quienes hacen que el negocio crezca, “sus propios clientes”.
Ahora bien, me llevaría mucho tiempo continuar con sugerencias que pueden servirte para tu crecimiento personal pero, si algo puedo decirte para cerrar este artículo, es que no veas a nadie, absolutamente a nadie como competencia. En donde está tu atención, está tu poder y no puedes estar pendiente de la persona de al lado por competir, ese es el más grande error del emprendedor que nunca llega a ser Empresario. Mírate en el espejo, esa persona que está frente a ti es tu mayor competencia, es decir; tú mismo. Y solo tú, puedes llevarte a crear un imperio o quedarte en la zona de confort que tú mismo te pongas.
Sigue adelante, cree y no abandones. Siempre habrá quien no crea en ti y en tus capacidades claro ejemplo de tenacidad y empeño es el grande Walter Elías Disney, pues por si no lo sabías en el año de 1919 lo despidieron de la empresa para la que trabajaba, pues sus dibujos no le parecían a su jefe. Años más tarde fundó la más grande empresa de animación hasta ahora mundialmente conocida.
Así que ya lo sabes, nunca es tarde, tu momento… es hoy!
