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UN LIBRO, UNA PELÍCULA Y UN DISCO

Los invito a viajar en estas letras a una época por demás interesante, 20 años atrás en el tiempo, en 1999 se proyecto en los cines por un periodo realmente breve, una cinta de Sofía Coppola que se estrenaba en la silla de dirección con una adaptación de la primera novela de Jeffrey Eugenides, “Las vírgenes suicidas”, libro que llego a las manos de Sofía gracias al guitarrista de Sonic Youth, Thurston Moore, la insipiente directora temía hacer la cinta, pues ella había conectado muy bien con el texto y sentía que este captaba de manera fidedigna la esencia de la relación entre los adolescentes, Coppola quería entregar una cinta de alta confección, con un tratamiento muy elegante pero que conectara con el publico del que hablaba la obra, los jóvenes y es que el libro “The Virgin Suicides” dibuja muy bien el fin de un tiempo, la destrucción de paradigmas perfectamente dibujado cuando una familia se arruina, todo desde las observaciones de un grupo de muchachos que nadaban entre el amor y la obsesión por el misterio de las hermanas Lisbon quienes sin adelantar mucho, se suicidan.

Tanto la película como el libro dejan al espectador/lector el trabajo de especular sobre la muerte de las hermanas, a darles una ventana de acceso a la historia que los vecinos y narradores no tienen totalmente, en este punto es bueno decir que la cinta tienen un tratamiento diferente a lo que habíamos visto, la novedad de una directora con mucho talento y que había crecido en sets de filmación nos dio una elegante propuesta, protagonizada por James Woods, Kathleen Turner, Kirsten Dunst y Josh Hartnett.

Vive aparte pero en una fusión que se repetiría en lo trabajos subsecuentes de Sofía Coppola un imaginario musical lleno de lugares comunes pero también de sitios muy poco explorados hasta ese entonces, la banda sonora de esta película esta realizada por la banda francesa AIR, con tintes de electrónica refinada y sonidos etéreos que dan atmosferas casi de neblina al trabajo final además de una colección de canciones de artistas como Heart, Todd Rundgren, The Hollies, Gilbert O’Sullivan o 10cc que le dan a cada escena donde se colocan un impulso sexual, misterioso, de invasión y vouyerismo que nos llevan siempre a querer mas. Es un hecho, las canciones que eligen para las películas de Sofía Coppola siempre son acertadas, dan al clavo pues y redondean para tener varios productos de alta calidad.

Mi recomendación esta vez es clara, lean el libro (hay un poco de tiempo extra), vean la película (hay muchas opciones para encontrarla en casa), y escuchen la música de “The virgin suicides” (habita toda en las plataformas digitales) y después de entregarse una tarde completa al embrujo de estas jóvenes y su entorno casi mágico, vengan a platicar conmigo en twitter @solosoyfernando o en facebook como Fernando Dávila.

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