Demandan transparencia sobre contagios de Covid-19 familiares de personal médico del penal de Almoloya de Juárez
Marisela Aguilera
Los familiares del personal médico de Santiaguito advierten que hay un problema de contagio de coronavirus al interior del penal.
Piden a las autoridades que pongan atención a las condiciones del personal en los penales, pues arriesgan su vida.
Los más afectados son los adultos mayores, el ejemplo claro es La Loba que murió porque no resistió la enfermedad.
Los familiares de Armando Beato, un médico asignado al centro penitenciario de Almoloya de Juárez que perdió la vida el 19 de mayo a causa de Covid-19, demandaron atención de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, pues advirtieron que hay un problema de contagio del virus al interior entre internos y empleados que no ha sido atendido y pone en peligro a familias enteras.
El entrevistado, quien pidió reservar sus datos, alegó que además el certificado de defunción de su padre señaló como causa de muerte un paro respiratorio, pero fue el SARS-CoV-2 el motivo de su deceso, enfermedad que contrajo al interior del penal de Santiaguito. Refirió que debido a esta enfermedad también su mamá se encuentra internada en el hospital, por lo que piden a la Secretaria de Seguridad y la Subsecretaría de Control Penitenciario que pongan atención a las condiciones del personal en los penales, pues arriesgan su vida por poco salario y pésimas condiciones laborales.
“La verdad es un panorama crítico al interior del penal de Santiaguito, incluso médicos pidieron incapacidad y quizá renuncien porque hay muy malas condiciones. Por ejemplo, a mi papá lo obligaron a seguir laborando porque le dijeron que no había suficiente personal sanitario asignado a los penales, pero por su edad debió haberse ido a descansar”.
El hijo del doctor Armando Beato, quien murió hace siete días, dijo que desde el 15 de mayo su padre le confirmó que María Guadalupe Buendía Torres, alias La Loba, se había contagiado del virus, fecha en que la trasladaron a un hospital privado, pero que la información fue minimizada por los responsables del centro penitenciario.
El entrevistado, quien pidió reservar su nombre por temor a que le retiren la pensión a su mamá, explicó que días antes de la muerte de su papá, falleció un custodio, y saben que no hubo medidas adecuadas para contener la propagación de esta enfermedad, porque se permitieron visitas sin acreditar su estado de salud ni la sana distancia al interior de la cárcel.
“Comenzó el brote y los más afectados son los adultos mayores, quizá la población con 40 años o menos sólo tuvieron síntomas de bronquitis o más leves que los de la tercera edad, el ejemplo claro es La Loba que murió porque no resistió la enfermedad”.
Refirió que cuando su papá presentó síntomas como fiebre, diarrea y problemas respiratorios dejó de acudir al trabajo, pero en menos de cuatro días murió.
“Él tuvo mucho miedo después de atender a La Loba, en su consultorio de metro y medio aproximadamente. Luego estuvo en la ambulancia durante el traslado, en el hospital le tocó atenderla y tuvo mucho miedo porque fue demasiado el contacto”.
