Estado de México

En tres días autoridades no lograron contener afluencia al mercado de mariscos y pescados

Marisela Aguilera 

Las autoridades municipales de Zinacantepec no lograron contener la afluencia al mercado de mariscos de San Luis Mixtepec, donde en tres días se aglomeraron miles de personas para comprar pescados, mariscos frescos y alimentos preparados. 

  • Sin cubrebocas ni respetando la sana distancia, cientos de familias con adultos mayores y niños acudieron a este tradicional Mercado de mariscos
  • Pese a que desde el jueves el ayuntamiento cercó con vallas y desplegó a policías municipales, estatales, y la Guardia Nacional, para controlar el acceso y la salida, los asistentes omitieron las recomendaciones.
  • Las reglas, según los propios locatarios, era únicamente vender alimentos preparados para llevar

Las autoridades municipales de Zinacantepec no lograron contener la afluencia a San Luis Mixtepec, donde en tres días se aglomeraron miles de personas para comprar pescados, mariscos frescos y alimentos preparados. 

Sin cubrebocas ni respetando la sana distancia, cientos de familias con adultos mayores y niños acudieron a este tradicional Mercado de mariscos que durante la Semana Santa recibe la mayor parte de los consumidores que habrá en el año, pero que a decir de los locatarios, debido a que fueron suspendidas las actividades en sitios turísticos, se duplicó la cifra de visitantes en este lugar. 

Pese a que desde el jueves el ayuntamiento cercó con vallas y desplegó a policías municipales, estatales, la Guardia Nacional, además de personal de la administración local para controlar el acceso y la salida, los asistentes omitieron las recomendaciones e incluso hubo quienes encararon a los efectivos de seguridad. 

Las reglas, según los propios locatarios, era únicamente vender alimentos preparados para llevar, pero la gente que acudió al lugar ubicado en la vía Adolfo López Mateos, insistía en que les permitieran consumir dentro de los restaurantes. 

“Nosotros hemos perdido hasta el 80% de las ventas porque no podemos permitir el consumo en el interior de los lugares, ese fue uno de los acuerdos al suspender actividades no esenciales. También acordamos con la autoridad que íbamos a realizar las ventas en orden, pero no ha sido sencillo,

la gente llega y se amontona”, dijo Rosalinda, una de las vendedoras. 

En las inmediaciones se observaba no sólo la venta de pescados y mariscos sino de cubrebocas de todo tipo, de cuatro por 10 pesos los desechables y hasta 20 pesos los que llevan reforzamiento, algunos decían “quirúrgico”. 

Las ventas de negocios informales en la banqueta iban desde sombreros hasta fruta y burbujas para los niños. En la valla del acceso principal la gente pedía a los policías explicaciones del por qué no podían pasar con la carroña, los ancianos o todos en familia y algunos rebasaron la seguridad.

Mostrar más
Botón volver arriba