Las empresas presentan en el CES de Las Vegas un prototipo de diseño abierto inspirado en los vehículos de la Nasa con el que aspiran a dar el salto tecnológico y animar a emprendedores.
Uber y Hyundai suman una nueva alianza en la carrera por desarrollar taxis aéreos para las ciudades más congestionadas. Unen fuerzas no solo con el propósito de reforzar los servicios de helicópteros ya existentes en las megápolis, sino también de liderar el nuevo ecosistema de la movilidad urbana aérea y dar el salto a la conducción autónoma.
La alianza llega tras las de Airbus con Volkswagen y la de Boeing con Porsche para desarrollar vehículos similares. A diferencia de las anteriores, selladas entre fabricantes de aviones y coches, en esta ocasión participa una plataforma de movilidad que ya ha entrado en los taxis aéreos y a la que los inversores reclaman la búsqueda de nuevos negocios.
Para estrenar la alianza, Uber y Hyundai han presentado un prototipo del futuro servicio Uber Air Taxis. Lo han hecho en la feria tecnológica más prestigiosa del mundo, el CES de Las Vegas, dominada este año por la nueva generación de televisores inteligentes. La automoción no es en esta ocasión el producto estrella, como ocurrió en 2019, pero sigue existiendo un elevado interés por la movilidad.
El nuevo prototipo de taxi aéreo se llama Hyundai S-A1, tiene capacidad para cuatro pasajeros, alcanza una velocidad máxima de 290 kilómetros por hora, puede elevarse hasta los 600 metros y cubrirá distancias de 100 kilómetros. Para ser fiel a las nuevas tendencias, será un vehículo eléctrico que podrá recargarse, según las empresas, en apenas siete minutos. Usará además un sistema de propulsión eléctrica con varios rotores que reducen los riesgos de accidente.
Al prototipo no le faltan los detalles futuristas que rodean este tipo de anuncios. Despegará de forma vertical, pero dispondrá de unas alas que pueden desplegarse en vuelo y que se repliegan antes del aterrizaje, también vertical. En un primer momento, llevará piloto, pero está preparado para operar sin él.
Lo que hay detrás del proyecto es el interés tanto de Hyundai como de Uber por crear «comunidades» en el ámbito de la movilidad, una de las pretensiones más repetidas entre las grandes compañías que prueban suerte en el nuevo paradigma de transporte urbano y digital.
Uber ha trabajado de forma directa en el diseño del nuevo aparato, inspirado en los vehículos de la Nasa. La compañía tiene una división, Uber Elevate, dedicada precisamente a alzar el vuelo en movilidad, y su alianza con Hyundai no tiene carácter exclusivo. Según dice, el objetivo no es solo implementar soluciones tecnológicas, sino sobre todo desarrollarlas a escala para transformarlas en negocios rentables. Para que los nuevos vehículos tengan buena implantación, la empresa estadounidense está dispuesta a compartir su diseño, de modo que cualquier emprendedor pueda usarlo y animarse a fabricar su propio taxi aéreo.
«Nuestra visión de la movilidad aérea transformará el concepto del transporte», afirmó ayer el vicepresidente responsable de esta división en Hyundai, Jaiwon Shin. «Estamos ante nuestra primera alianza en vehículos con un fabricante de coches de experiencia global», señaló por su parte el máximo responsable de Uber Elevate, Eric Allison.
Para Uber, el negocio no es nuevo. En julio del año pasado, lanzó un servicio de helicópteros en Nueva York que conecta Manhattan con el aeropuerto JFK en ocho minutos. Por el momento, es para usuarios prime, pero su idea es comercializar servicios de taxis aéreos a partir de 2023.