Promesas contra realidad: Valle de Chalco sigue en el rezago pese al optimismo oficial
Informe municipal presume transformación, pero servicios públicos siguen en el abandono.
Staff
VALLE DE CHALCO, Méx. — Aunque el Gobierno del Estado de México buscó proyectar una imagen de avance durante el Primer Informe de Gobierno del presidente municipal Alan Velasco Agüero, la realidad cotidiana de Valle de Chalco continúa marcada por profundas carencias que no han sido atendidas.
Baches, luminarias inservibles, calles inseguras y una infraestructura urbana deteriorada siguen siendo la constante en un municipio donde las promesas de campaña siguen sin cumplirse y donde la población exige resultados, no discursos.
Aun así, la gobernadora Delfina Gómez Álvarez acudió al informe para respaldar al alcalde y destacar el Plan Integral de la Zona Oriente, un programa que —según dijo— contempla 121 acciones para transformar el municipio. Un mensaje que contrasta con lo que viven miles de familias que siguen esperando lo básico: calles transitables, alumbrado público y seguridad.
Valle de Chalco ha sido por años uno de los municipios con mayores rezagos del Estado de México. Pese a ello, el Ayuntamiento no ha logrado atender compromisos de campaña fundamentales, como el bacheo de vialidades primarias, la iluminación de colonias enteras o el reforzamiento de la seguridad, que continúa siendo una de las principales preocupaciones de los habitantes debido a asaltos frecuentes y la presencia del crimen común.
Vecinos consultados a lo largo del año han coincidido en un reclamo central: “No queremos megaproyectos, queremos que arreglen lo que ya está mal”. Sin embargo, el informe municipal se centró en la coordinación estatal y federal, más que en resultados tangibles a nivel local.
Durante su intervención, la gobernadora reiteró que la zona oriente “vive una etapa de justicia y transformación”, pese a que el propio gobierno estatal ha reconocido el abandono histórico de la región. Señaló que la coordinación entre los tres niveles de gobierno ha permitido impulsar obras como la Línea 11 del Trolebús y algunos programas sociales.
Pero en Valle de Chalco la realidad se percibe distinta. Las vialidades siguen en mal estado, el alumbrado es insuficiente en decenas de colonias y la ciudadanía continúa reclamando falta de atención, presencia policial limitada y escasa transparencia respecto a los avances reales del Ayuntamiento.
El contraste entre el discurso optimista y las condiciones del municipio provoca entre la población la sensación de que, una vez más, el informe se convierte en un acto político antes que en una rendición de cuentas.
Aunque la gobernadora subrayó una supuesta reducción del 42% en homicidios a nivel estatal y habló de una nueva estrategia de seguridad para el oriente del estado, los habitantes de Valle de Chalco no perciben mejoras en su entorno inmediato.
El apoyo público al presidente municipal parece responder más a la alineación política que a los resultados locales, en un municipio donde aún predominan el deterioro urbano y la desigualdad.
Mientras las autoridades presumen planes y megaproyectos, Valle de Chalco sigue esperando lo esencial: servicios públicos básicos y una estrategia de seguridad efectiva. La población, cansada de discursos y postergaciones, demanda que los compromisos de campaña se cumplan y que el municipio deje de figurar solo en los informes… y comience a transformarse en la realidad.
