Los arqueólogos creían conocer a los mayas. Hasta que descubrieron una ciudad de más de 2.800 años en Guatemala
La selva del Petén, al norte de Guatemala, sigue dando sorpresas a los historiadores que se dedican a explorar la historia precolombina. Allí, cerca de la frontera de México, los arqueólogos han descubierto un fascinante «triángulo urbano» formado por tres antiguas ciudades que destacan por su arquitectura y patrimonio. Entre todas la más sorprendente es «Los Abuelos», un importante centro ceremonial maya de más de 2.800 años de antigüedad que toma su nombre de dos piezas descubiertas por los expertos: esculturas de una pareja de ancianos que probablemente se utilizaron para rituales relacionadas con el culto a los ancestros.
Los expertos reconocen que los hallazgos abren la puerta a replantearnos lo que sabemos sobre las ceremonias, la sociedad y política prehispánica en el norte de Guatemala.
Más allá de Uaxactun. Durante siglos la civilización maya se extendió por el sur de lo que hoy es México, Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras, dando forma a una rica cultura que se remonta al menos al 2.000 a.C., alcanzó su esplendor durante el siglo V de nuestra era y decayó en la etapa Posclásica, del X al XIII. Durante ese amplio período los mayas crearon grandes poblaciones, como Uaxactún, un yacimiento situado en la región del Petén, en Guatemala.
Desde hace tiempo los arqueólogos guatemaltecos miran sin embargo más allá de Uaxactún, hacia las selvas del Petén, en busca de antiguas ciudades precolombinas. De ahí que en 2009 impulsaran el Proyecto Arqueológico Uaxactún (PARU), que explora una vasta área de alrededor de 1.200 kilómetros cuadrados (km2) en torno a la antigua urbe maya. Gracias a él y tras más de una década y media de trabajo, los expertos han catalogado unos 176 yacimientos, desde pequeños vestigios arqueológicos hasta asentamientos más amplios.
«Un triángulo urbano». Que los investigadores hayan dado con 176 sitios no significa que los hayan excavado todos. A lo largo de los últimos años han observado con especial atención tres, ciudades mayas que se han estudiado gracias a la implicación de varias instituciones eslovacas, entre ellas la Universidad Comenius. Sus conclusiones las acaban de presentar ahora y revelan algo asombroso: un «triángulo urbano hasta ahora desconocido» que vivió su esplendor en el Preclásico Medio (800-500 a.C.) y Tardío y está formado por tres ciudades que apenas distan cinco kilómetros entre sí.
El descubrimiento resulta interesante tanto por los vestigios arqueológicos en sí como por los horizontes que abren. «Los hallazgos permiten replantear el entendimiento de la organización ceremonial y sociopolítica del Petén prehispánico», destacan desde el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala. Los tres sitios arqueológicos que han captado la atención de los expertos guatemaltecos y eslovacos y conforman ese nuevo triángulo urbano maya son Petnal, Cambrayal y Los Abuelos, el más fascinante de todos.
Una nueva joya arqueológica. Los Abuelos es una ciudad que data del Preclásico Medio (800-500 a.C.), alcanza una extensión de unos 16 km2 y está situada a unos 21 km al noroeste de Uxactún. En opinión de las autoridades locales, supone «uno de los centros ceremoniales más antiguos e importantes del Preclásico en Petén».
De hecho esperan que aporte luz sobre los orígenes de la civilización maya. Su nombre se lo debe a una de las piezas más curiosas halladas por los arqueólogos: esculturas de forma humana que representan a una pareja ancestral y que los expertos relacionan con antiguos rituales de culto a los antepasados. La datación inicial las sitúa hacia el 500 y 300 a.C.
Arquitectura para las estrellas. Las esculturas sin embargo son solo una pequeña parte del tesoro arqueológico de Los Abuelos. En un comunicado, el Ministerio de Cultura destaca su «planificación arquitectónica notable», con pirámides radiales, grupos triádicos y monumentos esculpidos con una iconografía propia de la región. «Además de las esculturas, Los Abuelos alberga un tipo de conjunto arquitectónico conocido como Grupo E, utilizado como observatorio astronómico», aclaran. «La disposición de sus edificios permite registrar con precisión solsticios y equinoccios».
Los expertos conocen desde hace años el Grupo E de la antigua ciudad de Uaxactun, pero creen que el localizado en Los Abuelos podría ser incluso más antiguo. Eso sin contar con el resto de vestigios descubiertos. A los pies de las esculturas de los dos ancestros se localizó un enterramiento humano y no muy lejos de allí restos de varios felinos, además de ofrendas de vasijas, conchas, puntas de flecha y una estela de la que los arqueólogos esperan obtener “valiosa información” sobre el antiguo asentamiento maya.
Completando el triángulo. Los Abuelos es el plato fuerte de los nuevos hallazgos presentados por Guatemala, pero no el único. Otra de las yacimientos destacados es Petnal, una ciudad que estuvo dotada de una pirámide de 33 metros de altura decorada con murales preclásicos.
En su punto más elevado los arqueólogos han descubierto además una estancia bien preservada que conserva aún restos de pintura de un mural sobre estuco con tonos rojizos, blancos y negros, «otro descubrimiento extraordinario», celebran los expertos. Por sus características y arquitectura sin embargo creen que, a diferencia de Los Abuelos, que probablemente actuaba como «centro ceremonial», Petnal ejercía de centro político.
57 metros de canales. La tercera ciudad que completa el triángulo urbano de Petén es Cambrayal, dotada de una red de canales de 57 metros de largo que parte de un palacio y se extiende a través de la fachada. Curiosamente los arqueólogos creen que los canales, revestidos de estuco, no se usaron para llevar agua a las estancias, sino para desalojar desechos, igual que un primitivo sistema de desagüe. Otra pieza descubierta en Cambrayal por los expertos es una escultura similar a otras localizadas en la Costa Sur.
El Ministerio de Cultura de Guatemala señala que las tres ciudades comparten algo más que la proximidad y repartirse por el Petén. Todas tuvieron una historia más o menos similar: los asentamientos permanecieron habitados durante gran parte del Preclásico, acabaron abandonados y con el paso de los siglos disfrutaron de una segunda época dorada tras ser redescubiertas, reconstruidas y nuevamente pobladas, ya durante la etapa denominada Clásico Tardío.
Imágenes | Ministerio de Cultura de Guatemala
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