Las circunstancias … mandan
Boghar González y González
Apatía Social
En las últimas encuestas en municipios de dos entidades federativas del centro de México, con características socioeconómicas que permiten inferir el comportamiento en la mayoría del país, hemos encontrado un mayor grado de no respuesta a lo tradicional y estadísticamente cuantificable, pero lo más llamativo es un desdén por los asuntos comunes.
Los ciudadanos demandan apoyos personales en la mayoría de sus peticiones, han disminuido las solicitudes de mejoras o nuevas obras que beneficien a la colectividad, adicional a lo anterior, los encuestadores hemos observado: deterioro en carreteras y caminos; cunetas, bosques, terrenos, ríos con basura y desechos de mascotas; clínicas cerradas de comunidades y colonias por falta de médicos y materiales; escuelas que aun no se recuperan de los saqueos del periodo de pandemia, apagones de luz recurrentes. Son evidentes las necesidades comunitarias, pero en las respuestas quieren becas, apoyos y atención de las autoridades para tratar asuntos personales.
En más de veinte años haciendo encuestas, en distintos contextos, hemos dejado de observar faenas para caminos, iglesias, escuelas o juntas comunitarias de participación social con autoridades, los únicos conglomerados que se ven son para fiestas del pueblo, colonia o familiares y en canchas deportivas para sectores muy específicos, incluso algunas privadas. Los sociólogos, psicólogos sociales, antropólogos, profesores, licenciados en turismo ¿que podrán aportar? Para frenar y revertir, como sociedad, esta apatía observada.
Si ese comportamiento social esta prediseñado, ¿a quien beneficia?, los distractores sociales nos atrapan por todos lados: videojuegos, series, realities, redes sociales, dispositivos personales, etc.
Hay estudios en México, que cuantifican por tres, el número de mascotas respecto de los niños, estamos gastando más en croquetas que en pañales desechables, exigimos más accesos y servicios para las mascotas que periqueras y áreas lúdicas para los infantes, basado en estas estadísticas, las interrogantes son: ¿Por qué nos deja de interesar el bien común? ¿Qué planeta vamos a heredar a las nuevas generaciones? o ¿el individualismo, consumismo y el entretenimiento están dominando y ganando?
Una de las lecciones más significativas de la pandemia fue que nadie es inmune a pesar de sus recursos, que lo que afecta a un ser humano a miles de kilómetros, repercute a una gran numero en otra latitud, incluso con consecuencias fatales, a dos años … al parecer, se nos empieza a olvidar y evidentemente pareciera que no aprendimos.
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