Opinión

Análisis

Tomás Flores Rosales

COLUMNA: ANÁLISIS 

  • Delfina Gómez Álvarez , obligada a romper paradigmas .
  • De poco le servirá una simple transición gubernamental cuando prometió un cambio de régimen.
  • Por tanto debe estar rodeada de mujeres y hombres con visión de Estado . 
  • La salutación en el Teatro Morelos , es una película que ya vieron millones de mexiquenses , misma que podría rondar en el peligroso “gatopardismo”. 

Cada seis años millones de mexiquenses, mujeres y hombres, han sido testigos de la transición del gobierno , incluso de cada una de las oficinas físicas que integran la administración pública o aparato burocrático, pero lo que no han atestiguado  nunca los ciudadanos es el cambio de régimen que tanto pregonan líderes principales de la llamada 4T.

Por eso el séquito que ha aglutinado Delfina Gómez Álvarez en su derredor debe ser capaz junto con ella de ofrecer al pueblo mexiquense los indicios auténticos de ese cambio tan alardeado, usado como palanca para haber ganado la voluntad popular de una mayoría de mexiquenses, misma que a la vez se inclinó a favor del partido político del presidente de la República el pasado 4 de junio en el Estado de México cuyo triunfo encabezará la ex presidenta municipal de Texcoco.

A decir verdad preocupa en algunos sectores del morenísimo mexiquense que a unos cuantos días de que la maestra Delfina Gómez Álvarez sea ungida como gobernadora constitucional del Estado de México no se observen mensajes de lo que distinguirá al gobierno entrante del saliente.

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Se insistió, en ciertas etapas de la pasada campaña proselitista morenista, la urgencia de “cambiar el régimen” después de casi 94 años de hegemonía priista en tierras mexiquenses, al grado de haber endilgado a los ciudadanos en edad de votar a convertirse en actores del cambio, inclinar su sufragio para “juntos hacer historia”, como también reza el eslogan principal de la autollamada izquierda partidista mexiquense.

Es cierto que se logró el triunfo vaticinado  en las urnas , por lo que ahora solo resta hacer sentir a los millones de mexiquenses que votaron por el cambio descrito que también serán testigos de lo nuevo que viene .

Sin embargo, por lo menos en el círculo que ronda la oficina principal de Delfina Gómez Álvarez , no se observa en estos momentos la manera mediante la cual se presentará la transición al nuevo régimen .

No hay algo planeado al respecto para el 14, 15 y 16 de septiembre próximos . Durante la primera de las fechas enunciadas , Alfredo Del Mazo Maza , entregará la estafeta a su sucesora , misma con la cual unas horas después  la texcocana se sentará en la silla principal de Palacio de Gobierno, al alba del 16 de septiembre próximo .

Ritual ya conocido por millones de mexiquenses, por lo que el equipo cercano a Delfina Gómez Álvarez, posiblemente ya haya ideado lo que marcará la diferencia de una transición doméstica y tradicional a una transición de régimen .

De lo contrarío millones de mexiquenses podrían desilusionarse, pues su voto a favor de Delfina Gomez Álvarez, habría sido a cambio de un nuevo régimen, mismo que por lo menos debería esbozar la aún gobernadora electa y su selecto equipo de colaboradores , pues de no ser así poco habría valido la pena despertarse al día siguiente del 4 de junio pasado con la esperanza del cambio de régimen, por lo manos un indicio de transformación reclamarán para las fechas señaladas los que confían en la nueva gobernadora. 

Por eso no debe tomarse a la ligera que el arribo de Delfina Gómez Álvarez quede en el ritual de siempre :

     A.- La presencia presidencial .

     B.- El recinto legislativo de gala extrema .

     C.- El discurso triunfalista , y

     D.- El traslado a Palacio de Gobierno a la tradicional salutación.

Esa película ya la vieron muchos mexiquenses por muchos años , incluso arremolinados en el Teatro Morelos los invitados especiales esperando el  discurso fácil dirigido a las élites que representan a los factores de la producción como se tiene planeado para la tarde del 14 de septiembre próximo, fecha adelantado para la rendición de protesta de Delfín Gómez Álvarez a modo de la agenda presidencial.

Lo que el pueblo quiere es que desde el primer segundo del sexenio , se observa en la realidad el surgimiento del nuevo régimen y a la vez, contemplar la muerte del viejo régimen que inspiró no a llevar a MORENA a palacio de gobierno estatal, ni a instalar a Delfina en la silla principal de dicho inmueble , sino a sacar de una vez por todas al PRI de la sede del Ejecutivo estatal , por esto intrínsecamente el pueblo exige señales de lo que significa el nuevo régimen prometido, pues la simple transición de gobierno, es el ritual que de siempre ya se saben las y los mexiquenses, por lo que Delfina Gómez Álvarez, junto con su minúsculo equipo de acompañantes, deben estar obligados a partir de estos momentos, a romper paradigmas, de no ser así rondará siempre el fantasma del “gatopardismo” que la gente ya no tolera .

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