Han puesto precio al estrés laboral: la mitad de los trabajadores sacrificaría un 21% del salario por trabajar sin estrés
Una de las principales prioridades de la generación Z a la hora de afrontar su entrada en el mercado laboral es la salud mental y el equilibrio entre su vida laboral y la personal. Sin embargo, cada vez más personas de distintas generaciones consideran que su salud mental y su calidad de vida en el trabajo valen mucho más que una simple cifra en la nómina.
El entorno laboral ha cambiado y, con él, las prioridades de los empleados: ya no basta con un buen salario si el precio a pagar es un nivel de estrés que afecta a la vida diaria.
Un estudio del centro de investigación Iseak en colaboración con el gobierno vasco, ha revelado que el estrés constante en el trabajo es una realidad para más de la mitad de los empleados en España. Eso ha llevado a muchos a plantearse qué porcentaje de su salario estarían dispuestos a sacrificar a cambio de un ambiente laboral más saludable y menos exigente.
Atributos intrínsecos: el nuevo valor del trabajo
El informe de Iseak, basado en más de 5.000 encuestas, diferencia los incentivos laborales en dos segmentos:
- Atributos instrumentales, que mejoran la vida de los empleados fuera de su horario laboral (salario, estabilidad, riesgos laborales, conciliación, oportunidades de crecimiento, etc.).
- Atributos intrínsecos, que enriquecen la experiencia laboral durante la jornada de trabajo (voz en las decisiones, disfrute del trabajo, capacidad de autoorganización, sentido de propósito, etc.)
Por lo tanto, los atributos intrínsecos hacen referencia a las condiciones no materiales, como tener un ambiente laboral saludable, la ausencia de estrés o un trato justo y se han convertido en un factor decisivo para la satisfacción y el compromiso laboral de los empleados.
Atributos intrínsecos e instrumentales. Fuente: ISEAK
El 56% de los trabajadores españoles afirma estar sometido a presión constante en su puesto, el 47% no cree que su trabajo se verá recompensado si lo llevan a cabo de forma excelente y solo un 38% ve posibilidades reales de ascenso.
A pesar de estas dificultades, el informe especifica que, «el 60% de los empleados considera que su trabajo es interesante, el 75% disfruta de lo que hace, y el 82% siente que su empleo le aporta una sensación de trabajo bien hecho».
Por rango de edad, el informe destaca que los empleados de 18 a 30 años tienen empleos con menor remuneración y estabilidad (atributos instrumentales), pero a cambio «disfrutan de mayores oportunidades de crecimiento personal y destacan en sentido de propósito, disfrute, y calidad de relaciones laborales». Es decir, disfrutan de mejores atributos intrínsecos, que contribuyen a mejorar su experiencia en el desarrollo de su jornada laboral.
El precio del estrés
Las cifras que aporta el informe de Iseak son contundentes: los trabajadores estarían dispuestos a renunciar a un 31% de su salario a cambio de recibir un trato justo por parte de su empleador y sacrificarían un 21% de su salario para evitar el estrés, y un 17% para no realizar tareas penosas. Además, rebajarían un 13% de su sueldo por reducir el trayecto al trabajo de 40 minutos a 20 y un 10% por teletrabajar.
Las diferencias por género y nivel educativo también son notables. Las mujeres están más dispuestas que los hombres a sacrificar salario por atributos intrínsecos. Las personas con estudios superiores valoran más el teletrabajo, el menor esfuerzo físico y los ambientes colaborativos, aunque son menos propensos a renunciar a un porcentaje de su salario a cambio de esas mejoras.
El estudio llega a estas conclusiones tras mostrar a los encuestados dos ofertas de empleo en las que se modificaban los parámetros salariales y los atributos intrínsecos, revelando así que los participantes preferían ofertas con salarios inferiores, pero mejores condiciones laborales para su día a día.
El estrés laboral y los problemas de salud mental relacionados con el trabajo se han duplicado en los últimos tres años en España. Según el último informe de salud mental de InfoJobs basados en datos del Ministerio de Sanidad, el 28% de los problemas de salud mental en la población ocupada está directamente relacionado con el trabajo, frente al 13% que se registraba en 2021.
Además, un 42% de los trabajadores ha experimentado síntomas relacionados con la salud mental en el último año frente al 27% registrado en 2021. El 64% de estos casos se consideran de gravedad media o alta.
Los datos del informe revelan que el impacto del estrés y la salud mental en la población activa no es homogéneo y afecta especialmente a mujeres y a empleados de entre 25 y 44 años.
Las generaciones más jóvenes, como los millennials y la generación Z, declaran haber sufrido episodios de estrés laboral en mayor proporción, con un 72% y un 62% respectivamente, frente al 39% de los baby boomers. Prácticamente la mitad de los afectados ha recurrido a ayuda profesional para gestionar estos problemas.
La relación directa entre estrés y absentismo
Iseak establece en su informe una relación clara entre la calidad del ambiente laboral, la ausencia de estrés y el absentismo. Según sus autores, los entornos saludables y con un ritmo de trabajo adecuado registran una reducción significativa de los días de ausencia laboral, mientras que factores como el salario o la estabilidad laboral no resultan tan determinantes en este aspecto.
El absentismo laboral, de hecho, ha aumentado notablemente en los últimos años, en parte debido al incremento de bajas por ansiedad y depresión, que en España han crecido más de un 80% desde la pandemia.
El estudio destaca que la mejora de los atributos intrínsecos no solo incrementa la satisfacción y el compromiso de los empleados, sino que también reduce la resistencia laboral y el fenómeno de la «Renuncia silenciosa«, donde los trabajadores solo cumplen con el mínimo exigido.
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