Análisis

Por: Tomás Flores Rosales

• Consejeras y consejeros de IEEM ganan más que el Presidente de la República.
• Amalia Pulido Gómez, cooptada por el secretario general del órgano que preside.
• Integrantes del Consejo General Electoral local, al filo de la inoperancia.
  
  Ayer inició la cuenta regresiva para el segundo debate entre Delfina Gómez Álvarez y Alejandra del Moral Vela y aún cuando permea un ambiente de interés en ambos equipos de las candidatas a la gubernatura del Estado de México, el ambiente no alcanza a impregnarse en el grueso de las y los mexiquenses en edad de votar, quizá por la disparidad en las preferencias del voto entre una y otra de las contendientes o bien por la poca o nula efectividad del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) en la aplicación del principio máxima publicidad.
  
  Es verdad que a diferencia de: 1.- la certeza,
  2.- la legalidad
  3.- la independencia
  4.- la imparcialidad 5.- la objetividad, y 6.- el profesionalismo El principio mencionado en primera instancia de este análisis, líneas arriba, podría significar el ideal para exigir a Amalia Pulido Gómez garantizar el cumplimiento, integral, de los siete que establece el código en la materia.
  
• Es verdad que la máxima publicidad en el universo de los principios rectores enlistados tiene sus acepciones y alcances, incluso en lo intrínseco de su interpretación que no habría de ser literal, pero sirve al ente comicial para sumergirse en las responsabilidades que le corresponden frente a más de 12 millones de potenciales votantes.
  
  Y es que la presidenta del IEEM, Amalia Pulido Gómez, si bien hasta el momento ha logrado acomodarse al entorno comicial mexiquense, no le debe significar que las lecciones en extremo pedagógicas, de párvulo incluso, que le imparte a diario Francisco Javier López Corral, con peras y manzanas, respecto a las etapas del proceso electoral, el pensar que sus conocimientos en filosofía y ciencia política le estén garantizando un buen puerto durante o después del 4 de junio próximo, incluso tampoco los acercamientos que aún tiene con el círculo de Lorenzo Córdova Vianello, por más sutil que se quiera portar, de lo cual los líderes de los representantes partidistas en el órgano que preside están enterados.
  
  Quizá con el resto de sus compañeras y compañeros del Consejo General, Amalia Pulido Gómez, pueda atemperar las consecuencias que se podrían desprender si los índices de abstencionismo crecen durante la jornada comicial que habrá de culminar con la unción de la sucesora de Alfredo del Mazo Maza.
  
  Entre más ausencia en las urnas, más fracaso para la presidenta del IEEM, de tal suerte que la difusión de los comicios del 4 de junio deben superar, incluso, los niveles de la propaganda que impulsan las competidoras a la primera magistratura estatal aún cuando hay que señalar que ni la alianza ni la coalición inscritas para la puja han aportado positivos de interés en una entidad federativa cuya masa poblacional equivale a la de un país entero o más, en contra parte, hasta el momento el órgano comicial referido no es del tamaño de una nación, cuando debería de serlo en estos momentos como consecuencia natural.
  
  Por eso:
  A.- Laura Daniella Durán Ceja
  B.- Francisco Bello Corona
  C.- Sandra López Bringas
  D.- Paula Melgarejo Salgado
  E.- Patricia Lozano Sanabria y
  F.- Karina Ivonne Vaquera Montoya
  
  Compañeras y compañeros de Amalia Pulido Gómez deberían hacer un esfuerzo para integrarse en la actual etapa de organización del proceso electoral mexiquense, pues si bien están integradas e integrados en comisiones no justifica su actuar, y es que también allí está metida la mano flamígera del secretario ejecutivo, Francisco Javier López Corral, quien sin querer, quizá, los podría colocar a todas y todos los que integran el Consejo General del IEEM, en el precipicio de la deshonestidad, si alguien difunde que entre sueldos, salarios, bonos y apoyos varios, están ganado, los consejeros anotados, en términos reales, más que el presiente de la República.
  
  Y eso ya calientita, parafraseando a ya saben quien.