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Análisis

Por: Tomás Flores Rosales

  • Segundo “careo”, último respiro priista.
  • Alfredo del Mazo, entre la ausencia y la derrota.
    • Delfina Gómez, de Texcoco a Palacio.
  • “…el debate, soy yo”

    Al menos que tenga un as bajo la manga, Alejandra del Moral Vela acudiría al segundo debate en desventaja en virtud de que un revire inteligente de Delfina Gómez Álvarez podría significar el finiquito del periodo de campaña a favor de la morenista.
    Y es que si bien la llamada maestra mostró desde abril pasado un talante de bajo perfil, por así describirlo, la tarde-noche del primer encuentro organizado por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), la candidata de Morea, PT, PVEM se mostró diferente, incluso segura de sí misma, perfil que sin proponérselo se lo otorgó la misma Del Moral, cuyo equipo de campaña erróneamente habría adelantado el bajo nivel contestatario de la profesora.
    Por eso hacen bien en estos momentos los y las operadoras que quedan de Alejandra del Moral, que encabeza la unión partidista PRI, PAN, PRD, NA, en lo relativo a tomar con mesura el “careo” programado para el 18 de este mes.
    No sería loable fortalecer el triunfo adelantado que profesan los tácticos de la ex alcaldesa de Texcoco en virtud de la decepción de númerosos grupos de priistas que en la realidad creen en la actitud “valiente” de Del Moral y que podrían caer en declinación irreversible si antes de acudir a las urnas el fracaso permea en rededor de la ex dirigente estatal priista dos veces. Empatar las encuestas es otra de las esperanzas que acuña la priista y que a la vez, de última hora, los reales estrategas tricolores apliquen una de sus exitosas tretas que anuncien una cerrada carrera por la gubernatura del Estado de México en la recta final.
    No obstante, para que eso ocurra, en breve, Alfredo del Mazo Maza, gobernador en funciones, tendría que dar el banderazo; es decir, enviar la señal para arengar a la otrora “Fuerza mexiquense” y a la efectiva “Marea roja” que se anidan, ambas, en las venas de los priistas que sí saben “hacer lo que tienen que hacer” aún cuando arriesguen su constancia de buena conducta.
    Habría que dar el beneficio de la duda al equipo de Alejandra del Moral y la oportunidad política a Alfredo del Mazo Maza para que así suceda, de lo contrario, como afirman los estrategas morenistas, después del segundo debate todo habrá terminado, Delfina será gobernadora.

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