El oscurantismo de las cifras
A principios de semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que el 10% de la población mundial podría haberse contagiado ya de Covid-19, una cantidad casi veintidós veces superior a la reconocida por el organismo, mismo que se nutre de la información revelada por los propios países. Sin dar información más concreta, en términos de la distribución de los casos, se reconoce que existen 760 millones de persona que han sido contagiadas por esta enfermedad en el Planeta.
Seguramente países como Singapur, Estados Unidos y Gran Bretaña, que tienen elevados números de pruebas realizadas, tengan más luz en términos de sus cifras, frente a un México que pelea con los países más pobres de África y Asia por los últimos lugares en este rubro, lo anterior hace pensar que México podría tener cifras de contagio realmente elevadas, lo que exhibe el enorme fracaso de la estrategia que planteó el Gobierno Federal para hacer frente a esta pandemia.
Por lo demás, si tenemos 814 mil 328 casos reconocidos en México y multiplicamos dicha cifra por 21.7, que es el aumento sugerido por la OMS, el resultado daría de 17 millones 670 mil 918, que sería, en términos simples, un estimado de los casos que podríamos tener. Lo anterior en la lógica de estar en media tabla en términos de nuestra efectividad en el rastreo de datos, lo cual evidentemente no es así. Por un lado, México es, con un 39%, uno de los países con mayor tasa de positividad de casos en el mundo, por otro lado, México lidera, según el ranking de The Economist, la lista de excesos de mortalidad y, por último, como ya mencionamos, México tiene una tasa 50 veces inferior en pruebas por cada 100 mil habitantes a la de los Estados Unidos, lo que difícilmente nos colocaría en la media mundial, pero afirmar otra cosa, sin ser matemático, es muy aventurado para mí.
Hace unas semanas hablaba de las conclusiones del matemático de la Universidad Libre de Berlín, Raúl Rojas, y del Dr. Francisco Moreno, Jefe de Epidemiología del ABC, quienes han asegurado que podríamos llegar al proceso de vacunación cuando se esté dando la inmunidad de rebaño. E incluso el propio Dr. Moreno situó, hace mes y medio, dicho proceso en estas fechas, lo que haría pensar que sus cálculos podrían revelar que la OMS ha sido atinada en términos de este señalamiento, pero que quizás estemos muy lejos de esa media donde los casos registrados se multiplican por 21.7, para tener un número más aproximado a la realidad.
Así como Raúl Rojas, Mario Romero Zavala, director de Retio Base, y Laurie Ann Ximénez-Fyvie, directora del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM, también han dado cifras que, tomando como base los excesos de mortalidad y situándonos en los supuestos de índices de letalidad del doble a los que se han presentado en Europa y/o una media entre los índices de letalidad europea y ese doble planteado, sugieren una cantidad de casos mucho mayor a la reportada por las autoridades. Lo anterior nos hace pensar que el monitoreo y control de casos en México es mucho más deficiente de lo que nos pudiéramos imaginar (y eso ya es mucho).
La situación ya rebasó lo catastrófico… y lo peor es que vivimos en el oscurantismo de las cifras.
David Agustín Belgodere
