Por Marissa Bernal
El pasado 20 de marzo del 2020 se anunció el inicio de la cuarentena, suspendiendo clases presenciales y cualquier actividad no esencial. Se estimó entonces que terminaría el 30 de abril y nadie había previsto que la situación empeoraría obligándonos a pasar ya casi cinco meses en nuestros hogares.
Es inevitable percatarse del cambio emocional de los jóvenes, por lo que contactamos a la psicóloga Yadira Itzel Cruz Escárcega para que nos esclareciera el tema.
Los jóvenes son los menos vulnerables, médicamente hablando, ante el Covid-19, pero son la parte de la población que presenta mayores niveles de ansiedad, esto se debe a diversos factores, como la falta de contacto entre iguales (en la juventud es donde se refuerzan los lazos de socialización), que es parte primordial del desarrollo de la personalidad; la adaptación a la nueva normalidad escolar; la situación económica familiar, y la dinámica familiar a la que no estaban acostumbrados.
El encierro tan prolongado puede llegar a causar depresión, en toda la población en general, presenta un incremento en emociones como tristeza profunda prolongada, ansiedad, estrés. En los jóvenes, por la situación a un aislamiento total en la mayoría de los casos, esto se debe a que no hay contacto con sus iguales, no todos tienen acceso a la misma tecnología ni recursos para continuar en comunicación, los padres se ven en la necesidad de salir a trabajar dejando los hijos en casa con mayor aislamiento social, dinámicas familiares en muchos casos estresantes, violentas, economía deficiente o modificada (situaciones agudizadas también por la pandemia), malos hábitos personales (falta de actividad física, inmersión total a redes sociales, series, televisión, etc.) Redes de apoyo frágiles, el tiempo de ocio, permite tener en mayor medida pensamientos intrusivos recurrentes, es decir, empiezan a ver las situaciones que viven en el día a día como algo que no tiene fin ni solución, en esta medida pueden aparecen sentimientos de desesperanza, tristeza y en casos más severos ideas suicidas.
El Covid-19 no sólo ha terminado con millones de vidas, también ha afectado emocionalmente a la población más joven con las nuevas medidas de prevención, ahora sólo nos queda adaptarnos a esta nueva normalidad…
