La unión de todos

México enfrenta un enorme reto, con el enquistamiento de un gobierno que está atentando contra la democracia, los contrapesos y la república misma. Eso vuelve apremiante la unión de todas y cada una de las fuerzas opositoras, políticas y sociales.

Guardando las proporciones debidas, recordemos que durante la Segunda Guerra Mundial hubo una Alianza político-militar que fue clave para la derrota de la Alemania Nazi: la de norteamericanos, británicos y soviéticos, misma que enfrentó a un mal mayor. Dicho lo anterior, hablaré un poco de ella:

1. En la Conferencia de Casablanca, en 1943, Franklin Delano Roosevelt, Winston Churchill y Henri Giraud acordaron apoyar a la Unión Soviética (URSS) en su invasión a Sicilia e Italia, con el fin de debilitar a Mussolini, y reconocer el liderazgo de manera conjunta de la Francia Libre por parte de De Gaulle y Giraud.
2. En las Conferencias de Yalta y de Postdam de 1945, tras haber ganado la guerra, José Stalin, Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt, jefes de gobierno de la URSS, del Reino Unido y de Estados Unidos de América respectivamente, acordaron las elecciones democráticas en todos los territorios liberados, una conferencia en San Francisco para organizar a las Naciones Unidas, el desarme y desmilitarización de Alemania, las indemnizaciones que Alemania tendría que pagar, el gobierno democrático de Polonia, la adhesión de Yugoslavia a la URSS, un bloqueo a España por declararse no beligerante durante la Segunda Guerra Mundial y la división de Alemania.

Si bien estos acuerdos detonaron posteriormente la Guerra Fría, el horror del Nacional Socialismo (nazismo) terminó. Horrores como el Holocausto judío y gitano, donde murieron cerca de seis millones de personas, se ahogaron con el fin de esta guerra. Por lo anterior, podemos decir que esta alianza fue exitosa, a pesar de las abismales diferencias ideológicas.

En consecuencia, entendamos que las alianzas son, además de un mecanismo legal para que los partidos con ideologías distintas o parecidas se unan en la búsqueda de objetivos comunes y programáticos, un mecanismo para enfrentar a regímenes antidemocráticos. Por eso hoy, frente a una amenaza de devastación democrática e institucional y frente a las enormes crisis que nos agobian: la económica, la de salud y la de seguridad, una alianza que pareciese anti natura, como podría ser la de todos los partidos hoy opositores y el PRI, se justifica y se vuelve necesaria, a pesar de sus diferencias ideológicas y de sus confrontaciones históricas.

Una alianza como la de Stalin, Churchill y Roosevelt, con su proporción guardada, que buscó perseguir el fin nazismo, debe replicarse en nuestro país, para acabar con el régimen autoritario actual, que cada día tiene más tintes de totalitarios, pues preservar la república es un fin mayor.

Entendamos: Frente a un mal mayor, debemos unirnos, ya preservada la república, podremos discutir nuestras diferencias, pero hoy lo que necesitamos es encontrar las coincidencias.

David Agustín Belgodere