Pobladores de la comunidad de El Carmen y de la cabecera municipal de Tenancingo anunciaron movilizaciones para este jueves ya que aseguran que el comisariado ejidal se lo piensa adjudicar
Pobladores de la comunidad de El Carmen y de la cabecera municipal de Tenancingo anunciaron movilizaciones para este jueves, con el propósito de defender su patrimonio cultural: el convento del Santo Desierto, ya que aseguran que el comisariado ejidal se lo piensa adjudicar.
De esta forma los vecinos inconformes indicaron que esta zona es considerada como un monumento histórico, zona natural protegida y parque nacional desde 1942, mismo que fue fundado hace 200 años por lo que no permitirán que los curas, encabezados por el fraile Cándido Celestino González sean retirados del lugar.
Asimismo aseguraron que la situación se ha vuelto cada vez más tensa e insostenible ya que el pasado domingo el presidente del comisariado ejidal que encabeza Alejandro Tapia Flores, acompañado de personas con machetes, hicieron acto de presencia al término de la misa y se dirigieron de forma grosera al sacerdote, a quien incluso obligaron a quitarse la sotana.
“Al padre lo arrinconaron en la iglesia, y de todo ello existen fotografías y vídeos. La comunidad de El Carmen apoyamos a los sacerdotes, y no entendemos el proceder del comisariado ejidal”, manifestaron.
Cabe destacar que por estos hechos los vecinos levantaron una denuncia ante el ministerio público de Tenancingo, contra quienes resulten responsables por la agresión e intimidaciones al sacerdote y hacia una persona que lo defendió.
Formaron una comisión para la defensa
Derivado de estos hechos que se han venido suscitando desde hace ocho meses los inconformes formaron un Comité de Rescate del Santo Desierto, ya que además del parque en su interior se encuentra un convento de la orden católica de los Carmelitas Descalzos, quienes lo fundaron en 1801.
Los pobladores señalaron que el comité ejidal “ha venido dando lata” desde el 2005, y pretende sacar a los frailes, lo cual calificaron de “una tontería”, porque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) les concedió el resguardo del inmueble.