Opinión

NUESTRO HILO ROJO

Por: Dra H.C. Diana Marines

Es posible que te hayas preguntado alguna vez cómo poder dejar
de amar a quien quizá ya no esté en tu vida. Un primer amor o
alguien que simplemente movió tus sentidos para siempre.
Y es que hay un nudo hecho por un hilo rojo atado a tu dedo
meñique y es lo que te une tanto a ese ser tan especial e
inolvidable o, al menos eso es lo que cuenta la leyenda japonesa.
Personalmente, puedo compartirte que creo fielmente en ello, sé
que hay un hilo rojo que me une a un ser amado y maravilloso que
una vez conocí y que sigue tan latente en mi vida. Un amor
inolvidable, que tomó otro camino pero, que al final existe y vive
bajo el mismo cielo en el que yo estoy. Un amor que duele al
respirar y que sacude mis sentidos con solo pensar en él.
La leyenda dice que aquellos que están destinados a estar unidos
con el hilo rojo serán por siempre almas gemelas, sin importar
circunstancias, terceras personas, situaciones, no habrá nada que
los pueda separar. Podrá enredarse, ampliarse, incluso desgastarse
pero, jamás podrá romperse.
Quizá te preguntes ¿por qué en el dedo meñique? y puedo
compartirte, que se debe a la sangre; específicamente a la arteria
cubital que es la que conecta directamente a nuestro corazón y así,
es como la unión con el hilo rojo nos permite permanecer unidos
de corazón a corazón con ese gran amor.

Ahora bien, no importa si es de Asia Oriental esa hermosa leyenda,
en todo el mundo el amor puro existe, el inolvidable e infinito, el
que nos hace suspirar por los días y añorar por las noches. Ese amor
que nos hace ver la luna aún más brillante, el que nos eriza la piel
cuando lo tenemos cerca o nos hace temblar las piernas.
Ese amor que te hará vulnerable y doblar las rodillas para pedir
perdón si te equivocas pues no querrás perderlo, el amor que te
hace valorar cada segundo que pasas a su lado y el que duele
cuando tiene que irse.
Si ya conoces quién tiene la otra parte de tu hilo rojo, sabrás que
por siempre será un amor que se cuida, se procura, se respira, se
siente, se sueña aun estando despierto, se vibra, se piensa, se
extraña, se observa, se cultiva o simplemente nunca se olvida.

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