El municipio de Tlalnepantla bajo el yugo de Raciel Pérez Cruz.

- Corrupción y nexos con mafias del transporte público
- Extorsión en el transporte público, el negocio de siempre
Por Redacción | 01 de julio 2025
El alcalde de Tlalnepantla, Raciel Pérez Cruz, enfrenta señalamientos por perpetuar un sistema de extorsión en el transporte público y proteger intereses de mafias locales, mientras la ciudadanía paga el precio de la inseguridad y la opacidad. Conductores y usuarios denuncian cobros ilegales orquestados por mafias del transporte en Tlalnepantla, con presunta complicidad de las autoridades municipales lideradas por Raciel Pérez Cruz.
Depuración policial de fachada
A pesar de anunciar la baja de 20 policías por corrupción, el gobierno de Pérez Cruz no toca a las mafias que controlan rutas y extorsionan, generando dudas sobre su compromiso con la transparencia. En Tlalnepantla de Baz, Estado de México, el gobierno del alcalde Raciel Pérez Cruz, en funciones desde el 1 de enero de 2025, se encuentra bajo un escrutinio implacable. Lo que prometía ser una administración renovada, enfocada en combatir la corrupción y mejorar la seguridad, se ha convertido en un nuevo capítulo de opacidad, favoritismo y presuntos nexos con mafias que controlan el transporte público. A seis meses de su gestión, los señalamientos de corrupción y complicidad con grupos delictivos han colocado a Pérez Cruz en el centro de una tormenta que amenaza con desestabilizar la confianza ciudadana en uno de los municipios más importantes del Valle de México.
El cáncer de la extorsión en el transporte público
El transporte público en Tlalnepantla es un campo de batalla donde las mafias locales imponen su ley a través de la extorsión, un problema que, lejos de resolverse, parece florecer bajo la mirada del actual gobierno municipal. Conductores de combis y autobuses denuncian, bajo anonimato por temor a represalias, que deben pagar cuotas diarias de entre 50 y 200 pesos a líderes de rutas ligados a grupos delictivos para operar sin hostigamiento. Estas prácticas, según un informe de Infobae (15-06-2022), posicionan a Tlalnepantla entre los diez municipios con mayores índices de extorsión a nivel nacional, un flagelo que no ha disminuido en 2025.
La Secretaría de Movilidad del Estado de México anunció en 2024 un plan para erradicar a los “coyotes” y mafias que operan en el transporte público, pero los resultados son prácticamente nulos en Tlalnepantla. Usuarios de redes sociales, como @TransporteEdomex (12-05-2025), han denunciado que los operativos de inspección son selectivos y que ciertos líderes de rutas gozan de impunidad, lo que apunta a una posible protección desde el ayuntamiento. “Es un secreto a voces que las autoridades saben quiénes son los que cobran piso, pero nadie hace nada”, señaló un chofer en una entrevista anónima con El Heraldo Estado de México (20-04-2025). La pregunta que resuena entre los ciudadanos es: ¿por qué el gobierno de Raciel Pérez Cruz no actúa con firmeza contra estas redes?
Una depuración policial que no convence
En un intento por limpiar su imagen, Pérez Cruz anunció en enero de 2025 la baja de 20 policías municipales por actos de corrupción, durante la instalación del Consejo Municipal de Seguridad Pública 2025-2027. Según Milenio (29-01-2025), el alcalde destacó que su estrategia se basa en la “depuración y cero tolerancias a malos actos”. Sin embargo, esta medida parece más un espectáculo mediático que una solución de fondo.
La percepción ciudadana, respaldada por la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) de 2024, señala a la policía de Tlalnepantla como una de las más corruptas del Estado de México, con un 30.3% de los encuestados reportando experiencias de extorsión al interactuar con agentes. Los despidos anunciados no han tocado a los mandos medios ni altos, donde se presume que se tejen los verdaderos nexos con las mafias del transporte. Un post en X de@CiudadanoTlalne (15-04-2025) acusó directamente al ayuntamiento de proteger a líderes de rutas en colonias como Lázaro Cárdenas y San Juan Ixhuatepec, donde los cobros ilegales son una constante. La falta de investigaciones profundas y sanciones ejemplares refuerza la sospecha de que la depuración es solo una fachada para calmar la indignación ciudadana.
Nexos con el crimen organizado: rumores que no se desmienten
Aunque no existen pruebas judiciales contundentes que vinculen directamente a Raciel Pérez Cruz con el crimen organizado, los antecedentes en el Estado de México y las dinámicas locales alimentan las sospechas. Un informe de International Crisis Group (2023) señala que el crimen organizado en México ha penetrado en los gobiernos municipales, controlando sectores como el transporte público para financiar sus operaciones. En Tlalnepantla, la impunidad de las mafias que extorsionan a transportistas sugiere una complicidad tácita o, en el mejor de los casos, una incapacidad alarmante del gobierno municipal para enfrentarlos.
El caso de Iguala, Guerrero, en 2014, donde el alcalde José Luis Abarca fue acusado de entregar estudiantes a narcotraficantes, es un recordatorio de cómo los gobiernos locales pueden convertirse en eslabones del crimen organizado. En Tlalnepantla, la falta de transparencia en los contratos de transporte y la opacidad en la asignación de rutas refuerzan la percepción de que el ayuntamiento podría estar protegiendo intereses oscuros. Un reportaje de La Silla Rota (04-05-2022) mencionó que, en municipios como Tlalnepantla, las mafias del transporte operan con la venia de autoridades locales, un señalamiento que no ha sido desmentido por Pérez Cruz.
Una ciudadanía asfixiada por la inseguridad y la corrupción
Los habitantes de Tlalnepantla viven atrapados entre la inseguridad y la corrupción. La suspensión temporal de multas de tránsito, anunciada en enero de 2025 para combatir las “mordidas” de los agentes, ha sido criticada como una medida populista que no resuelve el problema de fondo. Según El País México (03-01-2025), esta iniciativa no exime el cumplimiento del Reglamento de Tránsito, pero ha generado caos vial y una percepción de impunidad. Los usuarios del transporte público, por su parte, enfrentan tarifas infladas y condiciones precarias, mientras los choferes trabajan bajo la amenaza de las mafias.
La promesa de Raciel Pérez Cruz de digitalizar trámites municipales para reducir la corrupción, destacada por Heraldo Estado de México (08-04-2025), suena hueca cuando los problemas estructurales persisten. La ciudadanía exige resultados concretos: desmantelar las redes de extorsión, transparentar los contratos de transporte y sancionar a los funcionarios que protegen a las mafias. Sin embargo, la opacidad del ayuntamiento y la falta de voluntad política para enfrentar a estos grupos delictivos sugieren que Tlalnepantla seguirá siendo un feudo donde los intereses de unos pocos prevalecen sobre el bienestar colectivo.
Un llamado urgente a Morena, Delfina Gómez y Horacio Duarte
Raciel Pérez Cruz, llevado a la alcaldía por la coalición Sigamos Haciendo Historia liderada por Morena, está traicionando los principios de “no mentir, no robar y no traicionar” que tanto pregona su partido. Su inacción ante las mafias del transporte y la corrupción policial desmiente las promesas de transformación que lo llevaron al poder. Este es un llamado urgente de la ciudadanía a la gobernadora Delfina Gómez Álvarez y al secretario general de Gobierno, Horacio Duarte Olivares: no pueden seguir ignorando la crisis en Tlalnepantla. La impunidad de las mafias y la opacidad municipal son una afrenta al proyecto de la Cuarta Transformación que dicen defender. Si no actúan con firmeza para desmantelar estas redes, fiscalizar los contratos de transporte y garantizar un gobierno transparente, estarán permitiendo que Tlalnepantla se hunda en el pantano de la corrupción. La ciudadanía merece un gobierno que la proteja, no que la entregue a los intereses de unos pocos. Aquí cabe la emblemática frase que pronunció el señor Martí: “Señores, si piensan que la vara es muy alta e imposible hacerlo, si no pueden, renuncien, pero no sigan ocupando oficinas de gobierno y recibiendo un sueldo, porque no hacer nada también es corrupción.”

