Una empresa de Singapur ha comprado 136.000 GPUs de IA de NVIDIA. Lo que no está claro es qué ha hecho con ellas
En los últimos tres años una desconocida empresa de Singapur se ha convertido en la gran compradora de chips de NVIDIA del sudeste asiático. Esa singular actividad ha hecho que se disparen las alarmas, sobre todo ahora que la guerra comercial entre EEUU y China hace que el «tráfico ilegal» de estos componentes esté extremadamente vigilado.
La sospecha. La empresa, llamada Megaspeed, está siendo investigada por el gobierno de EEUU. El objetivo es averiguar exactamente si hay lazos que unan a esta empresa con el gobierno chino y si los chips de NVIDIA que ha comprado la empresa han acabado en China a pesar del veto y la prohibición de que dichas tarjetas puedan acabar allí. El gobierno de Singapur también está comprobando si Megaspeed han violado las leyes locales, indican en Bloomberg.
Megaspeed niega la mayor. En un comunicado enviado por correo a ese diario, los responsables de Megaspeed declaran que la empresa «tiene sede en Singapur y opera completamente de acuerdo a las leyes aplicables, incluyendo las regulaciones de control de exportaciones de los Estados Unidos».
De momento no hay evidencias. Un portavoz de NVIDIA indica que su petición de información a Megaspeed no muestra pruebas de que haya habido violación de los términos de esas transacciones. En sus visitas a los centros de datos de Megaspeed confirmaron que «las GPUs están donde se supone que tenían que estar». Además según sus datos Megaspeed tiene propietarios y opera totalmente fuera de China, y no hay accionariado chino.
Pero sí da servicio a gigantes tech chinos. Megaspeed cuenta con una «neocloud», infraestructura en la nube dedicada a ofrecer capacidad de cómputo para proyectos de IA. Dispone de varios centros de datos en el sudeste asiático, y la empresa alquila chips de NVIDIA a Alibaba. Esta es una opción que el gobierno de EEUU sí sigue permitiendo: nada de comprar chips, pero sí acceder a los de proveedores de países «no vetados».
Situación delicada. La pregunta es si Megaspeed realmente ha hecho las cosas bien o si ha acabado sirviendo como intermediario para que los chips de NVIDIA acaben en empresas tecnológicas chinas. También sería inquietante que al final Megaspeed sí tuviera lazos con empresas o el gobierno chino. Este descubrimiento se produce justo cuando el presidente Donald Trump ha afirmado que aprobaría la venta de ciertos chips de NVIDIA a China, algo que hasta ahora estaba prohibido.
Datos confusos. Aunque en Bloomberg admiten que no han encontrado pruebas de que los chips de NVIDIA de Megaspeed hayan acabado siendo enviados a China, sigue habiendo dudas. Han analizado documentos con registros de transacciones comerciales, nombramientos y ofertas de trabajo tanto de Megaspeed como de algunas de sus empresas colaboradoras, y han detectado «incosistencias» entre el inventario de chips y los que realmente deberían estar instalados en sus centros de datos.
Megaspeed tiene miles de GPUs de NVIDIA. Y el problema es que esta empresa tiene un número enorme de chips de la compañía. Desde que se fundó en 2023 y hasta noviembre de 2025, Megaspeed ha importado al menos 136.000 GPUs de NVIDIA según los registros de aduanas de Malasia e Indonesia. Más de la mitad son chips Blackwell, que Trump dijo que no aprobaría que se exportasen a China. La mayoría de esas GPUs más recientes se adquirieron hace seis meses, pero los empleados de NVIDIA que visitaron los centros de datos no aclararon de forma definitiva que efectivamente los que se exportaron acabaron donde debían estar.
La sospecha: un misterioso centro de datos en China. En la web de Megaspeed se habla de que cuentan con tres centros de datos en Malasia e Indonesia. Se menciona además un cuarto en construcción en un «área específica» sin concretar. El problema es que Megaspeed mostró una imagen de un render con un centro de datos en Shanghai financiado en parte por la matriz original de Megaspeed, una empresa china. No solo eso: Megaspeed tiene una especie de gemelo corporativo en China con una web idéntica y que muestra que en realidad los empleados de la de Singapur son sus empleados. Todo ello genera preguntas claras que siguen sin resolverse y que levantan aún más suspicacias.






