El Bizum europeo quiere estar funcionando las próximas navidades, pero antes hay que resolver un problema. Uno de reparto de poder
«Uy, pero si me da la opción de pagar con Bizum, qué guay». Esa fue mi expresión hace unos meses cuando en una compra online el comercio online me ofreció pagar directamente así. Sin tarjeta de débito o crédito, sin Google Pay. Con un Bizum.
El sistema de pagos instantáneos que triunfa en España es tan bueno que lo que queremos es que funcione más allá. Y eso es precisamente lo que quieren las entidades bancarias de la Unión Europea, que veían un «Bizum europeo» como una idea genial. Solo hay un problema.
Quién lo controlará.
El Bizum europeo se acerca
El Banco Central Europeo lleva cinco años peleando por esa aplicación que haga lo mismo que Bizum pero en toda Europa. Había aquí una importante lucha de poder con dos grandes facciones. Por un lado, el consorcio España-Italia-Portugal. Por otro, el de Francia-Alemania-Bélgica-Holanda, que querían imponer su propio Bizum, llamado Wero.

Afortunadamente en los últimos meses hemos visto cómo las posiciones de ambos consorcios se han ido acercando y la unificación parece ahora casi definitiva.
Así lo indican en Cinco Días, donde citan a «fuentes del mercado» que hablan de que el acuerdo se firmará a principios de 2026. El Bizum europeo debería comenzar a funcionar a finales del año próximo si todo va como se espera.
Ese sistema puede no ser una aplicación nueva, como pedían las entidades francesas y alemanas, sino más bien un sistema que interconecte a las ya existentes. Es una solución algo más confusa pero también más práctica, porque para los usuarios no tendrán que cambiar de app. Por ejemplo, un usuario español podrá enviar un Bizum a un alemán sin coste alguno, y el alemán recibirá ese dinero en su app Wero de forma transparente para él.
Los bancos europeos que participan en las negociaciones han llegado a un acuerdo para constituir una nueva sociedad que será la propietaria de esa tecnología de interconexión. Se hablaba de aplicar ciertas comisiones, «pero finalmente se ha rechazado en favor de una red multilateral».
Reparto de poder
Y ahí está el nuevo reto: ¿quién manda en esa nueva sociedad? El reparto de poder es ahora la gran incógnita, y hay varias opciones. Por un lado, que cada plataforma nacional reciba prácticamente la misma participación. Por otro, que el reparto se haga en función del volumen de cada país y luego se vaya corrigiendo.
El modelo de Bizum parece que también puede aplicarse a esa solución paneuropea. Es interesante ahí darse cuenta de que como explican en el diario económico, los dueños de Bizum son 22 bancos españoles, entre los que la participación varía:
- Caixabank: 25%
- Santander: 21%
- BBVA: 18%
- Sabadell: 12%
Otros bancos minoritarios como Unicaja, Bankinter o Cajamar tienen participaciones inferiores, pero los estatutos de Bizum establecen que ningún banco puede tener más del 25% de participación.
¿Necesitamos un euro digital?
Europa lleva tiempo buscando una solución que la permitiera mitigar su dependencia de los dos grandes gigantes de los pagos electrónicos: Visa y Mastercard. La Iniciativa de Pagos Europea, creada en 2020 por 16 entidades bancarias, tenía precisamente el objetivo de crear una red interbancaria europea que compiese con dichas plataformas y con otras como PayPal.

Y poco a poco se ha comprobado que Bizum precisamente era una gran candidata para lograrlo. La aplicación, con más de 30 millones de usuarios en España, no ha parado de crecer en prestaciones y alianzas como la que hace un año firmaron con Revolut.
Hay aún otros obstáculos en la creación de ese Bizum europeo. Por ejemplo, construir un fondo de garantía de depósitos común para hacer frente a las grandes entidades estadounidenses. No parece que eso vaya a ser un gran impedimento para la puesta en marcha de la alternativa paneuropea, y eso nos hace preguntarnos qué pasa ahora con el euro digital.
El Banco Central Europeo (BCE) lleva años trazando el diseño de este activo digital. Ha habido movimientos importantes también en ese sentido, y si la normativa europea se aprueba en 2026, habrá un piloto a partir de 2027. La UE parece querer estar lista para una posible primera emisión en 2029.
Sin embargo, ese Bizum europeo teóricamente solucionará parte de lo que quiere lograr el euro digital, así que ¿tiene sentido? Es muy probable, sobre todo porque el euro digital es una moneda de curso legal emitida por el BCE.
No es solo una forma de transferir dinero, sino una forma digital del propio dinero oficial. Ambas alternativas pueden coexistir, y puede que ese Bizum europeo sea la mejor forma de impulsar el uso del euro digital.
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