OpenAI sabe que necesita seguir generando memes y virales. Por eso está dispuesta a pagar mucho dinero a Disney por su contenido
Disney y OpenAI han anunciado un acuerdo de licencia por tres años que permitirá a los usuarios crear vídeos cortos con más de 200 personajes de Disney, Marvel, Pixar y Star Wars a través de Sora, la plataforma de generación de vídeo por IA de OpenAI. La operación incluye una inversión de 1.000 millones de dólares por parte de la compañía del ratón Mickey en la startup de IA.
Cambio de miras. Disney ha pasado de demandar a plataformas de IA como Midjourney por uso no autorizado de sus personajes a convertirse en el primer gran socio de licencias de contenido de OpenAI. La compañía envió además una carta de cese y desistimiento a Character.AI en septiembre por el mismo motivo. Este cambio de estrategia da pistas de la jugada de Disney, optando por monetizar y controlar el uso de su propiedad intelectual en lugar de intentar frenarlo por completo.
Qué podrán hacer los usuarios. A partir de principios de 2026, según cuenta OpenAI, los usuarios de Sora podrán generar vídeos cortos para redes sociales con personajes como Mickey Mouse, Iron Man, Darth Vader, Elsa, Simba o Groot, además de vestuarios, accesorios, vehículos y escenarios icónicos de estas franquicias. Desde ChatGPT, los usuarios también podrán crear imágenes estáticas de estos mismos personajes mediante instrucciones en texto. El acuerdo excluye expresamente las caras y voces de actores reales.
El modelo de negocio detrás del acuerdo. OpenAI necesita contenido viral para mantener la atención de los usuarios, y en los últimos meses nos ha dejado claro que ésta vía pasa por ser su principal fuente de ingresos actual para captar más usuarios que quieran pasar por el aro de sus planes de suscripción. Los personajes de Disney son precisamente el tipo de contenido que encaja con esta visión. Por eso la compañía está dispuesta a pagar por licenciar esta propiedad intelectual.
Disney como cliente corporativo de OpenAI. Más allá de la licencia, Disney se convertirá en un «cliente importante» de OpenAI, según los términos del acuerdo. La compañía desplegará ChatGPT para sus empleados y utilizará las API de OpenAI para construir nuevas herramientas, productos y experiencias, incluidas funcionalidades para Disney+. De hecho, quizás lo más llamativo del acuerdo es que una selección curada de vídeos generados por Sora estará disponible para reproducirlos desde la plataforma de streaming.
Inversión y opciones de compra. Disney aportará 1.000 millones de dólares como inversión en capital y recibirá warrants (opciones de compra) para adquirir participaciones adicionales en OpenAI en el futuro. La operación aún está sujeta a la negociación de acuerdos definitivos y aprobaciones antes del cierre.
Compromisos sobre uso responsable. Ambas compañías afirman en el comunicado conjunto que mantendrán «controles robustos» para evitar la generación de contenido ilegal o dañino, respetar los derechos de los creadores de contenido y proteger el uso de la voz y la imagen de las personas. OpenAI se ha comprometido además a implementar políticas apropiadas por edad y otras medidas de seguridad en el servicio.
La visión de los CEO. Bob Iger, CEO de Disney, asegura que «el rápido avance de la inteligencia artificial marca un momento importante para nuestra industria» y defiende que la colaboración permitirá «extender el alcance de nuestra narrativa de forma reflexiva y responsable». Por su parte, Sam Altman, máximo responsable de OpenAI, afirma que el acuerdo «muestra cómo las empresas de IA y los líderes creativos pueden trabajar juntos de forma responsable para promover la innovación».
Qué viene ahora. Habrá que ver si este modelo de licencias se extiende a otros estudios y grandes propietarios de contenido. Todo indica a que desde luego no será la única gran compañía en aprovechar este tipo de acuerdos. La prueba de fuego será cuando se libere todo el contenido en Sora y si acapara tracción en redes lo suficiente como para que OpenAI lo considere una pequeña victoria en su cruzada por hacer de ChatGPT una herramienta rentable para su negocio.
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