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El precio de la carne de cerdo acaba de sufrir su mayor caída en 30 años. Si no somos capaces de contener a la culpable, el descalabro va a ser mucho mayor

Un fantasma recorre las lonjas de toda España y no, no es una metáfora: MercoLleida, el principal mercado europeo de porcino, ya registra caídas de entre un 7 y un 17% en el precio de la carne de cerdo. Es el mayor descalabro en 30 años.

Y lo malo para la industria es que esto es solo el principio. 

¿Qué está pasando? Podríamos decir que lo más evidente es que hay al menos 50 jabalíes muertos en la sierra de Collserola. Esa es, sin lugar a dudas, un indicador de la intensidad del problema. La peste porcina africana, pese a no afectar al ser humano, tiene niveles de mortalidad y morbilidad cercanos al 100%: «puede matar a todos los cerdos de una granja tras unos pocos días de fiebre, tos y hemorragias».

Pero, en realidad, eso no explica la bajada de precio.

¿Y entonces? El precio del cerdo en España (y, por extension, en Europa) se ha derrumbado por otra cosa: el miedo. La peste porcina es una enfermedad tan terrible, tan resistente y tan difícil de erradicar que «la aparición de un solo caso de peste provoca el bloqueo preventivo de las exportaciones de carne de cerdo». 

Hay más de 20 países que, de entrada, no aceptan la regionalización y, por tanto, el veto de exportaciones de porcino españolas es en bloque e inmediato. Entre ellos están Japón o México. Y lo cierto es que la situación podía ser mucho peor si España y China no hubieran firmado el acuerdo de regionalización hace apenas unas semanas. 

Ese es el motivo de la caída del precio: de repente, hay mucho cerdo sobrante. 

La granja de Europa. Al fin y al cabo, incluso con la ‘regionalización’ en marcha (el bloqueo internacional del cerdo catalán, pero no del resto) las toneladas de carne que tienen que encontrar comprador son enormes. Con más de 8 millones de animales y cerca de 3.200 millones de euros en exportaciones anuales de carne, las granjas catalanas representan el 52% de las ventas internacionales españolas. ¿Cómo no se va a derrumbar el precio?

Y lo peor, como digo, empieza ahora. No solo porque nadie sabe si los esfuerzos para contener la epidemia tendrán éxito, sino porque el impacto a la industria puede ser devastador. Basta con recordar que Alemania era el país europeo que más carne de cerdo producir hasta que en 2020 un jabalí infectado atravesó la frontera con Polonia y desato una enorme crisis nacional que desarticuló el sector. 

Es decir, el cerdo español está en una situación crítica; pero a nivel de consumo no tiene ningún problema. Primero, porque la peste no afecta a los humanos; y segundo (y más importante) porque ninguna granja española se ha visto afectada por el virus. Y se están revisando una por una. 

Un trampantojo. A corto plazo esto significa, efectivamente, precios más bajos de lo habitual. Y, en un contexto de subida generalizada (con el pollo en plena escalada), es una buena noticia para los consumidores. 

Lo que no sabemos es qué impacto tendrá a medio y largo plazo: si es un bache provisional, la industria tendrá algo de margen. Si no, no podemos descartar que los precios se disparen en un futuro. El problema es que, conforme avanzan los días, la situación cada vez pinta peor.  

Imagen | Kwon JunhoMossos

En Xataka | En un país con casi tantos cerdos como personas, lo peor que puede pasar es que los fondos de inversión tomen el mando

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