Opinión

Tecámac: cuando ni los policías están seguros; riña entre elementos exhibe el descontrol en la Guardia Civil

Una corporación que no puede garantizar el orden ni dentro de sus propias bases

Staff

TECÁMAC, Méx. El Ayuntamiento de Tecámac enfrenta una nueva crisis de credibilidad en materia de seguridad luego de que dos elementos de la Guardia Civil 2025-2027 protagonizaran una riña armada dentro de su propia base en el fraccionamiento Rancho Santa Cruz. El saldo: un policía muerto y otro gravemente herido, en un episodio que exhibe el desorden interno, la falta de control de mando y la ausencia de protocolos efectivos dentro de la corporación.

De acuerdo con los primeros reportes, el policía Iván Alejandro García fue asesinado por su propio compañero, Alejandro Calvillo, quien utilizó su arma de cargo para disparar dentro de las instalaciones oficiales. Tras el ataque, el presunto agresor se disparó en la cabeza, siendo trasladado aún con vida por paramédicos.

El hecho no solo es alarmante por el nivel de violencia entre elementos, sino porque ocurrió al interior de un espacio que debería ser seguro, supervisado y sujeto a estrictos protocolos.

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Sin embargo, la Guardia Civil de Tecámac que el gobierno municipal presume como una de las más “profesionalizadas” vuelve a demostrar que la realidad es muy distinta a la narrativa oficial.

Fallas estructurales: capacitación deficiente, mando desdibujado y descuido institucional

Este caso es solo un síntoma de un problema más profundo:

  • Capacitación insuficiente y carencias emocionales no atendidas entre el personal.

  • Armas de cargo sin protocolos estrictos de supervisión al interior de las bases.

  • Ausencia de control interno, lo que permite que disputas personales escalen a niveles letales.

  • Nulo acompañamiento psicológico para los elementos, a pesar de la alta carga laboral y estrés operativo.

  • Un mando policial rebasado, incapaz de garantizar disciplina y seguridad entre su propio personal.

Mientras el Ayuntamiento del Bicentenario 2025-2027 presume avances en seguridad, la realidad es que Tecámac se hunde en sus propias contradicciones.

¿Cómo puede una corporación proteger a la ciudadanía si ni siquiera puede impedir que sus elementos se maten entre ellos dentro de sus instalaciones?

Este episodio se suma a diversas denuncias ciudadanas por abuso policial, nula reacción ante emergencias y patrullajes reducidos, que exhiben una corporación desorganizada, con mandos debilitados y una administración municipal más preocupada por la propaganda que por atender el fondo del problema.

Hasta el momento, el gobierno municipal se ha limitado a difundir información básica del hecho, sin asumir responsabilidad por las fallas internas que lo permitieron.

No hay anuncios sobre revisión de protocolos, suspensiones de mandos, auditorías internas ni medidas para evitar que algo así vuelva a ocurrir.

La muerte de un policía a manos de otro no es un incidente aislado: es un síntoma de una corporación que opera sin control real.

Y la responsabilidad política, administrativa y moral recae directamente en quienes gobiernan Tecámac.

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