La ilusión verde de la “nutrición adecuada”: discurso sin sustancia en el Congreso mexiquense

El discurso de “alimentación nutritiva, suficiente y de calidad” suena bien en el papel, pero resulta contradictorio cuando desde la propia Presidencia de la República se promueve la venta de los llamados “chocolates del bienestar”
Staff
Toluca, Méx.— Una vez más, la bancada del Partido Verde Ecologista en el Congreso del Estado de México parece vivir de buenas intenciones y fantasías legislativas. Esta vez, con su iniciativa para reconocer el “derecho a una nutrición adecuada” para niñas, niños y adolescentes, los diputados del PVEM presumen sensibilidad social, aunque su propuesta carece de mecanismos reales que transformen la grave realidad alimentaria de la entidad.
El discurso de “alimentación nutritiva, suficiente y de calidad” suena bien en el papel, pero resulta contradictorio cuando desde la propia Presidencia de la República se promueve la venta de los llamados “chocolates del bienestar”, mientras en los congresos locales se pretende legislar contra la comida chatarra. Una paradoja política que evidencia la falta de coherencia entre el discurso oficial y la práctica cotidiana.
De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022, alrededor de 676 mil menores mexiquenses padecen obesidad, y miles más sufren desnutrición. No obstante, la propuesta del Verde —respaldada por Morena y el PRI— se limita a una declaratoria constitucional sin medidas coercitivas, presupuestales ni institucionales claras. Es decir, una ley sin dientes.
Incluso el diputado priista Eduardo Zarzosa advirtió que, sin sanciones por incumplimiento, la iniciativa corre el riesgo de quedarse en el terreno de las buenas intenciones. Y es que mientras no se definan responsabilidades, presupuestos o políticas alimentarias efectivas en escuelas y comunidades, el derecho a una “nutrición adecuada” seguirá siendo un simple eslogan legislativo.
Los legisladores verdes, encabezados por Itzel Guadalupe Pérez Correa y Carlos Alberto López Imm, hablan de fortalecer el bienestar infantil y promover hábitos saludables, pero omiten reconocer que la raíz del problema está en la falta de políticas públicas integrales, en los intereses económicos que rodean la industria alimentaria y en la ausencia de fiscalización en los comercios escolares.
Así, entre discursos y decretos simbólicos, los diputados del Verde en el Edomex solo fantasean con leyes ideales, mientras la niñez mexiquense continúa enfrentando una doble cara de la malnutrición: la desnutrición por pobreza y la obesidad por consumo de productos ultraprocesados.
Sin acciones reales, la llamada “Ley del Derecho a una Nutrición Adecuada” será otra promesa vacía más en la larga lista de ilusiones legislativas que se desvanecen entre los pasillos del Congreso.












