Oscuridad en Ecatepec: vecinos reclaman fallas persistentes en el alumbrado público

Valeria Vargas
“En mi colonia sólo la mitad de las lámparas funcionan, y cuando se funden, tardan meses en cambiarlas. Es como si no existiéramos para el ayuntamiento”, comenta María del Carmen Sánchez, vecina de la colonia Jardines de Morelos.
Ecatepec de Morelos, Estado de México, octubre de 2025
La falta de alumbrado público continúa siendo uno de los principales reclamos de los habitantes de Ecatepec. Pese a los anuncios del gobierno municipal sobre programas de rehabilitación de luminarias, gran parte de las calles del municipio siguen sumidas en la penumbra, agravando la sensación de inseguridad y alimentando la desconfianza hacia las autoridades locales.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, ocho de cada diez ecatepenses consideran insuficiente el servicio de alumbrado público, mientras que más del 86 por ciento lo identifica como una de las problemáticas más graves que enfrenta el municipio.
“En mi colonia sólo la mitad de las lámparas funcionan, y cuando se funden, tardan meses en cambiarlas. Es como si no existiéramos para el ayuntamiento”, comenta María del Carmen Sánchez, vecina de la colonia Jardines de Morelos.
Diversos reportes locales señalan que alrededor del 70 por ciento del sistema de alumbrado se encuentra en mal estado, ya sea por luminarias quemadas, cableado robado o infraestructura obsoleta. A pesar de ello, la administración municipal encabezada por Azucena Cisneros Coss ha insistido en que se avanza con el programa “Luces de Esperanza”, que contempla la instalación de 4,500 nuevas lámparas LED en avenidas principales.
Sin embargo, las acciones oficiales contrastan con la percepción ciudadana. Para la mayoría de los vecinos, los esfuerzos se limitan a zonas visibles o de alta circulación, mientras que las colonias periféricas continúan abandonadas.
“Nos dicen que están cambiando lámparas, pero sólo en las avenidas. Aquí en la colonia, la calle es un foco de asaltos porque no hay ni una lámpara que sirva”, expresa José Luis Hernández, residente de San Agustín.
El deterioro del alumbrado público no solo refleja una falla técnica, sino una crisis más profunda de gestión. Ecatepec, uno de los municipios más poblados del país, figura también entre los tres con peor evaluación ciudadana en desempeño gubernamental, según datos de Milenio. La falta de mantenimiento, los constantes robos de cableado y la aparente lentitud del gobierno para responder a los reportes vecinales han convertido el tema en símbolo del rezago urbano.
A pesar de los recursos destinados al mantenimiento —que el propio ayuntamiento ha calificado como “históricos”—, la percepción popular no mejora. “Nos piden confiar, pero seguimos caminando entre sombras”, dice una vecina del fraccionamiento Las Américas, que denuncia haber presentado más de cinco reportes sin respuesta.
Organizaciones vecinales advierten que la falta de alumbrado se ha convertido en un factor directo de riesgo delictivo, especialmente en colonias con alta incidencia de robos y violencia. En la práctica, las calles oscuras se han vuelto un territorio ganado por la inseguridad y la indiferencia gubernamental.
Mientras tanto, la administración municipal insiste en que “la transformación de Ecatepec lleva tiempo”. Pero para sus habitantes, la paciencia se agota. La oscuridad, literal y simbólica, sigue cubriendo gran parte del municipio.
