El Metro de Madrid está colapsando y un evento inesperado ha puesto la puntilla: la feria mundial de la fruta
Por encima y por debajo del suelo.
Da igual.
Madrid está colapsada.
Cada mañana, acudir al trabajo es un dolor de cabeza. Da igual tomar el coche, el Metro o Cercanías. La ciudad se ha zambullido en gigantescas obras de mejora que darán sus frutos a sus vecinos pero la ciudad ha cogido las hojas del calendario, las ha arrugado y las ha tirado con todas sus fuerzas a la basura.
Un embudo
La capital está reformando la entrada a la misma por la A-5, el norte del Paseo de la Castellana (una de sus arterias principales), cubriendo el paso de Ventas sobre la M-30.
Todo al tiempo que el transporte público afronta una remodelación en Chamartín que parece estar siempre a punto de terminarse, la remodelación completa del intercambiador de Conde de Casal y la modernización de la Línea 6 de Metro, otra de las grandes vías de paso para quienes toman este medio de transporte.
Para no meter más presión a la olla express en la que se ha convertido Madrid, el Ayuntamiento ha decidido retrasar las obras en la zona circundante a la Puerta de Alcalá.
Y el resultado es un embudo con un transporte público que no consigue absorber los cortes por sus propias remodelaciones y, desde luego, tiene problemas para dar servicio a quienes han optado por aparcar el coche y tomar el transporte bajo tierra.
Vídeos y fotos del Metro colapsado, la compañía derivando trabajadores para gestionar la entrada a los vehículos y estaciones en las que se controla el acceso a los andenes por oleadas para evitar masificaciones a pie de vía.
El Metro de Madrid ha dicho basta.
Y la puntilla a esta situación insostenible no la ha puesto una retahíla de macroconciertos. Tampoco el fútbol.
El último evento que ha terminado por llenar el Metro y que ha provocado tiempos de espera para, al menos, llegar hasta el andén de las líneas de Metro de la estación de Nuevos Ministerios (intercambiador con cinco líneas de Cercanías y tres líneas de Metro de las cuales una de ellas está cortada) ha sido la Feria Mundial de la Fruta.
Y es que quienes aspiran a llegar hasta IFEMA en Metro desde la ciudad tienen que pasar sí o sí por esta estación, que conecta la Línea 8 con acceso al recinto ferial con la Línea 10, una de las más utilizadas del suburbano porque cruza de norte a sur la ciudad.
Explican en El Confidencial que Fruit Attraction, como se llama esta feria, ha atraído a 2.200 empresas de 150 países diferentes entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre, días en los que el Metro ha estado especialmente colapsado y cuando se han registrado esos vídeos que demuestran los problemas para gestionar los accesos
No será para tanto, podrás pensar. Bien, en total la feria ha ocupado 10 de los 12 pabellones que IFEMA tiene disponibles y acumulando 120.000 visitantes. En total, quienes acudiera a IFEMA tenían 70 km2 de exposiciones. La propia organización del evento explica en este vídeo que se habían habilitado accesos especiales para la entrada de los visitantes.
El evento, aunque puntual, demuestra que la ciudad está teniendo importantes problemas para absorber la demanda de trenes en sus horas puntas y que seguir añadiendo presión al sistema aunque sea puntualmente termina por desbordarlo.
Más allá de las circunstancias
715 millones de viajeros.
Esa fue la cifra que movió el Metro de Madrid en 2024. Récord absoluto de pasajeros con un crecimiento en la demanda de un 8% respecto al año anterior. Según los datos de Metro, cuatro de cada 10 desplazamientos en la Comunidad de Madrid los suma su compañía. La cifra es ligeramente superior a 2007 cuando se había registrado el anterior récord, cuando se sumaron 100.000 pasajeros menos.
Desde antes de la crisis de 2008, el Metro de Madrid no había sumado tantos desplazamientos. Fueron años en los que se multiplicaron los viajes. En el año 2000, se habían registrado 525 millones de pasajeros según el Ayuntamiento de Madrid.
Pero la cifra explotó en los años posteriores. En el año 2000, el Metro de Madrid tenía 201 estaciones y en 2007 sumaba un total de 285 estaciones. Fueron aquellos años en los que se abrió la Línea 12, conocida como Metro Sur, la que da servicio a todos los pueblos del cinturón sur de la capital, sumando 28 estaciones y más de 40 kilómetros de recorrido.
Eso sí, las inauguradas entre 2006 y 2007 (42 estaciones) se correspondían en su mayoría con las tres líneas de Metro Ligero que mueven una cifra muy baja de pasajeros. Y poco después la línea 7b, que también suma paradas y kilómetros pero su rendimiento ha sido muy bajo por los constantes cierres y reaperturas motivadas por problemas estructurales que, de hecho, ha obligado a que algunos vecinos abandonen sus casas.
Una vez se realizó esa enorme inversión (de la que parte eran líneas periféricas que no han sumado un gran número de viajeros) la infraestructura del Metro de Madrid se ha estancado. El transporte público no ha crecido al mismo ritmo que la ciudad. Desde entonces suma 17 nuevas estaciones y 10 kilómetros más de vías pero hay un menor número de coches disponibles 2.083 en 2024 frente a 2.157 en 2005.
Tampoco vive el mismo número de personas en la ciudad. El año pasado la capital superó la barrera de los 3,53 millones de personas, lo que también es un récord absoluto. En 2006, la cifra era de 3,12 millones de habitantes. Y la población del área metropolitana se ha disparado en un millón de habitantes, pasando de los seis millones de hace casi 20 años a los más de siete millones actuales.
Y a esto hay que sumar que Madrid vive una explosión turística. 2024 también ha sido el año en el que más visitantes ha recibido la ciudad, acumulando 11,19 millones de visitantes. Para hacernos una idea de la explosión, son casi 800.000 personas más que en 2019 y quedan lejísimos los 7,3 millones que se registraron en 2007, el año en el que se terminaron las últimas obras del Metro de Madrid.
El problema es que la última parte de la expansión de los años 2000 se centraron en líneas que han engordado la infraestructura pero no ha servido para absorber el número de viajeros. De hecho, la compañía está acometiendo un nuevo plan expansivo para tratar de descongestionar algunas rutas aunque solo dos están en construcción.
A la ampliación reciente de la Línea 3, que ahora une Villaverde Alto y Getafe y ofrece una ruta alternativa hacia la capital para quienes llegan desde Metro Sur, y la automatización de la Línea 6, que pretende que los trenes viajen más rápido y el tiempo de espera entre trenes sea menor, se suma la ampliación de la Línea 5 hasta al aeropuerto y la conexión de la Línea 11 con Cuatro Vientos. Este último tramo facilitará salida hacia el este de quienes llegan desde Metro Sur.
El resto de proyectos son propuestas más o menos firmes pero no hay nada realmente concretado.
Foto | Roger Casas-Alatriste y Fruit Attraction