Estado de México

Inundaciones en Lerma: la crisis que evidencia la falta de prevención y planificación del Gobierno del Estado de México.

La instalación tardía de una bomba Goliath con capacidad para retirar mil 500 litros de agua por segundo, si bien necesaria, no es suficiente para cubrir las necesidades reales de la comunidad. Esta medida reactiva subraya la ausencia de planes preventivos y una infraestructura adecuada que podría haber evitado la emergencia.

Fernanda Ruíz

Las recientes lluvias en San Pedro Tultepec han dejado al menos 250 viviendas afectadas, pero la respuesta del Gobierno del Estado de México sigue mostrando graves deficiencias y una falta de visión estratégica que pone en riesgo a la población.

La instalación tardía de una bomba Goliath con capacidad para retirar mil 500 litros de agua por segundo, si bien necesaria, no es suficiente para cubrir las necesidades reales de la comunidad. Esta medida reactiva subraya la ausencia de planes preventivos y una infraestructura adecuada que podría haber evitado la emergencia.

Adrián Hernández Romero, Coordinador Estatal de Protección Civil, reconoce que todavía están en proceso de hacer un censo para conocer el impacto real, lo que revela la improvisación en la atención y la falta de datos oportunos que son esenciales para actuar de manera efectiva.

Por su parte, la Secretaría de Salud ha realizado apenas 90 consultas médicas, 200 asesorías y 160 vacunas, cifras que resultan insuficientes frente a las necesidades reales de una población afectada por el riesgo sanitario que representan las inundaciones.

Este escenario pone sobre la mesa la necesidad urgente de:

  • Desarrollar e implementar un plan integral de prevención de inundaciones que incluya mantenimiento permanente de bordos, drenajes y cauces naturales.

  • Establecer sistemas de alerta temprana y protocolos claros para evacuación y atención inmediata.

  • Fortalecer la infraestructura hidráulica y garantizar recursos para su mantenimiento continuo.

  • Ampliar la capacidad y recursos de salud pública para atender emergencias, incluyendo equipos móviles y campañas de vacunación preventiva antes de la temporada de lluvias.

  • Transparencia y comunicación efectiva con la población para informar riesgos y acciones en tiempo real.

La crisis en Lerma no puede convertirse en una constante. El Gobierno del Estado de México debe dejar de reaccionar ante las emergencias y comenzar a planificar con responsabilidad para proteger la vida y el patrimonio de sus habitantes

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