Mercedes ha llenado sus coches de pantallas. Ahora su jefe de software dice que los botones de toda la vida son mejores

Los automóviles están inmersos en dos revoluciones. Una parece tener un destino claro: la adopción de baterías para apoyar la descarbonización. La otra es la de los botones, y es algo más difusa. Si hace unos años las principales compañías se lanzaron a los brazos de las pantallas y a la condenación de los botones físicos, ahora hay una tímida marcha atrás. Y, precisamente, uno de los coches que está volviendo a los botones es el nuevo Mercedes GLC.
Sí, el que tiene una pantalla de 39,1 pulgadas de lado a lado.
MBUX Hyperscreen. Presentado durante el Salón del Automóvil de Múnich hace unas semanas, el nuevo Mercedes GLC es un eléctrico de lo más curioso. Por fuera, nos recuerda a coches más clásicos de la marca, pero por dentro es una absoluta fantasía. No llega al extremo de los prototipos de Intel con pantallas por todos lados, una idea que llegaba a ser ‘obscena’, pero en el salpicadero tenemos una enorme pantalla de casi 40 pulgadas de lado a lado.
Se trata de su Hyperscreen, una pantalla de metro y medio que simula tres pantallas y que cuenta con los controles de todo el sistema de infoentretenimiento, información del coche y, tras el volante, la zona de velocímetros digitales y detalles importantes para la conducción.
Marcha atrás. Cuando Mercedes la diseñó, relegó absolutamente todos los controles del coche a botones digitales en esa pantalla táctil. Sin embargo, la industria está en un momento de cambio y hay marcas que se están replanteando esos movimientos. Aunque tímido, Mercedes se ha unido a esto con el mencionado GLC, pero también con el CLA Shooting Brake (otro eléctrico).
La marca alemana ha rediseñado el volante para incluir elementos que no deberían haber desaparecido del mismo como perillas, rodillos y botones para controlar apartados importantes del coche y que no tengamos que desviar la vista de la carretera para mirar una pantalla. El medio británico Autocar ha podido hablar con Magnus Östberg, jefe de software en Mercedes (por lo que debe ser de los más interesados en integrarlo todo en la interfaz de usuario de las pantallas), quien ha reconocido que, quizá, se pasaron de futuristas.

El nuevo volante con botones
Los botones son mejores. En la entrevista, Östberg apuntó que llevar los botones de vuelta al volante es “la forma más fácil y rentable de volver a agregar controles físicos a los coches” a la vez que mantienen cabinas en las que se da una gran importancia a lo digital. Para sorpresa de pocos conductores, “tener ese equilibrio entre botones físicos y táctiles es extremadamente importante para nosotros. Nos basamos en los datos y en lo que más se usa, y los datos nos muestran que los botones físicos son mejores. Por eso los hemos puesto de nuevo”, afirma de forma contundente.
El jefe de software comentó que esto marcará la hoja de ruta de Mercedes a partir de ahora y que, probablemente, incluyan más botones. Ahora bien, no será en todos los modelos. Östberg apunta que, mientras los volantes con botones marcarán el nuevo camino de la marca, esos coches que incluirán más botones adicionales, seguramente, serán los SUV.
“En los coches más grandes tenemos más libertad de espacio y, además, los compradores de esas gamas se preocupan más por los botones”, asegura. Puede que esto dependa del mercado, ya que el directivo sugirió que podría haber volantes diferentes dependiendo de la región. Apuntó que, mientras los europeos queremos botones, los asiáticos prefieren pantallas y controles de voz.

Los controles del climatizador seguirán en pantalla
También en la industria. Lo cierto es que las declaraciones de Östberg no nos pillan por sorpresa si tenemos en cuenta lo que están haciendo otras compañías. Una de las que marcó una gran diferencia entre las ‘cabinas’ clásicas y las nuevas con pantallas por doquier es Volkswagen y, precisamente, en el Salón del Automóvil de Múnich presentaron su nuevo lenguaje de diseño para los interiores de sus coches: más botones y, además, botones de verdad (nada de sus polémicos botones capacitivos).
Pero no es sólo que las compañías se estén dando cuenta de que los botones son útiles por motivos de seguridad: Euro NCAP anunció hace unos meses que los coches sólo conseguirán cinco estrellas (un punto de marketing muy importante de cara al usuario) si las funciones básicas se siguen controlando con mandos físicos.
Mazda y su “sujétame la copa”. Pero, mientras algunas de las compañías que más apostaron por los botones están recogiendo cable, aunque sea de forma tímida, hay otras que se mueven en una dirección opuesta. Me refiero a Mazda, la compañía japonesa que se convirtió en la resistencia al apostar por pantallas pequeñas y muchos botones y que, con sus últimos modelos, ha dado el volantazo para abrazar las pantallas táctiles.
El Mazda 6e fue un aviso, pero la consolidación llegó con el Mazda CX-5 2025, un coche que relegaba controles importantes a la gran pantalla táctil central. Y, al igual que Östberg, desde Mazda Estados Unidos afirmaron que los conductores quieren… pantallas.
Pero bueno, pese a las palabras del directivo de Mercedes, las pantallas no van a desaparecer. De hecho, en Autocar, el jefe de diseño de la firma alemana, Gordon Wagener, afirmó que el interior del GLC es un lujo y que se fijan en Apple para que el software sea el punto diferenciador con la competencia. El punto ahora es encontrar ese término medio en el que los botones y las pantallas de metro y medio logren convivir.
Imágenes | Mercedes-Benz