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Opinión

EL HUSMEADOR

 “Tormenta eléctrica: Los riesgos de las lluvias para los vehículos eléctricos e híbridos en México”

  • ¡Protege tu vehículo eléctrico! Revisa las recomendaciones ante lluvias intensas.  
  • Aseguradoras y fabricantes, ¿están listos para el desafío de las inundaciones?  
  • Bomberos y Protección Civil enfrentan nuevos peligros con autos eléctricos.

Las lluvias intensas que han azotado México en los últimos meses, exacerbadas por fenómenos meteorológicos extremos, han traído consigo un nuevo desafío para los propietarios de vehículos eléctricos (VE) e híbridos. Con el crecimiento del mercado de estos vehículos —que en 2024 registró un aumento del 83.8% en ventas, alcanzando 69,713 unidades, según datos del INEGI— los riesgos asociados a las inundaciones se han convertido en una preocupación creciente. Desde daños a los sistemas eléctricos hasta la falta de claridad en las pólizas de seguros y las garantías de los fabricantes, los usuarios enfrentan un panorama complejo. Además, los organismos de Protección Civil y bomberos se encuentran ante nuevos peligros al responder a emergencias relacionadas con estos vehículos, lo que exige una revisión urgente de protocolos y medidas de seguridad.

Las lluvias torrenciales, comunes en regiones como el Valle de México, el Bajío y el Sureste representan un peligro significativo para los VE y los híbridos. El agua puede infiltrarse en los sistemas de baterías de alto voltaje, causando cortocircuitos, corrosión o fallos irreversibles. 

Por ejemplo, un vehículo eléctrico expuesto a una inundación profunda puede sufrir daños en su batería de litio, cuya reparación o reemplazo puede costar entre 100,000 y 300,000 pesos, según modelos como el Tesla Model 3 o el BYD Dolphin. Además, la infraestructura de carga, con solo 3,273 estaciones públicas en México al cierre de 2024, es vulnerable a las lluvias, lo que limita la operatividad de estos vehículos en condiciones adversas.

Los propietarios también enfrentan el riesgo de quedar varados en avenidas y carreteras inundadas, donde la falta de estaciones de carga cercanas agrava la situación. En zonas urbanas como la Ciudad de México y Edomex. donde más del 42% de las calles se inundan durante la temporada de lluvias, según la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, los VE pueden quedar atrapados, exponiendo a los conductores a situaciones peligrosas. Además, la escasa capacitación de los conductores sobre cómo manejar estas emergencias incrementa el riesgo de accidentes o daños al vehículo.

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Las aseguradoras mexicanas, como GNP Seguros, BBVA Seguros y Allianz, han adaptado sus pólizas para incluir coberturas específicas para VE e híbridos, pero la respuesta ante siniestros relacionados con lluvias es inconsistente. Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), el 36% de las quejas contra aseguradoras en 2024 se relacionaron con negativas de pago por daños, y las inundaciones son un punto ciego en muchas pólizas. Aunque la cobertura integral suele incluir daños por fenómenos naturales, algunas aseguradoras excluyen explícitamente daños a baterías de VE si el vehículo fue expuesto a inundaciones profundas, argumentando “uso indebido” por parte del conductor.

  El seguro obligatorio de responsabilidad civil, vigente desde 2019, cubre daños a terceros, pero no protege el vehículo propio contra inundaciones. Las pólizas de cobertura amplia, que incluyen daños por fenómenos naturales, son más caras y no siempre especifican cómo manejan los siniestros relacionados con sistemas eléctricos de alto voltaje. Esto genera incertidumbre para los propietarios, quienes podrían enfrentar costos elevados si su aseguradora no cubre la totalidad de los daños. Además, la falta de talleres especializados en México para reparar VE complica aún más los procesos de reclamación.

Los fabricantes de vehículos eléctricos, como Tesla, BYD, Ford y General Motors, ofrecen garantías para las baterías que suelen cubrir entre 8 y 10 años o 160,000 km. Sin embargo, estas garantías suelen excluir daños causados por “factores externos” como inundaciones. Por ejemplo, Tesla especifica que su garantía no cubre daños por agua si el vehículo se sumerge más allá de los límites recomendados, lo que puede ser tan solo 30 cm en algunos modelos. Marcas como BYD y JAC, que están ganando terreno en México, tienen políticas similares, dejando a los propietarios vulnerables ante fenómenos climáticos extremos. El proyecto Olinia, impulsado por el gobierno mexicano para producir vehículos eléctricos accesibles, promete ser un parteaguas, pero aún no ha aclarado cómo abordará las garantías en contextos de lluvias intensas. Con precios estimados entre 90,000 y 150,000 pesos, estos vehículos buscan democratizar la electromovilidad, pero su viabilidad dependerá de la robustez de sus sistemas frente a las condiciones climáticas de México.

Los organismos de Protección Civil, Seguridad Pública y Bomberos enfrentan riesgos sin precedentes al lidiar con vehículos eléctricos en emergencias relacionadas con lluvias. Las baterías de litio, al entrar en contacto con agua, pueden generar cortocircuitos que desencadenan incendios o descargas eléctricas de alto voltaje, poniendo en peligro a los rescatistas. En 2024, un incidente en la Ciudad de México reportado por Protección Civil destacó cómo un VE sumergido en una inundación generó un incendio que requirió protocolos especiales para ser controlado, ya que el agua convencional puede exacerbar los fuegos de baterías de litio. La falta de capacitación específica y equipo adecuado, como mantas ignífugas o herramientas de corte de alto voltaje, agrava el riesgo para los bomberos. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los accidentes laborales en el sector de rescate han aumentado un 15% en los últimos cinco años, y los VE representan un nuevo desafío. Además, la coordinación entre las autoridades locales y federales sigue siendo insuficiente, lo que retrasa la respuesta ante emergencias relacionadas con estos vehículos.

Recomendaciones para los propietarios: 

Para minimizar los riesgos, los propietarios de VE e híbridos deben tomar medidas preventivas:  

  • Evitar zonas inundadas: No conducir por áreas con acumulación de agua superior a 20 cm, ya que incluso los vehículos más robustos pueden sufrir daños en sus sistemas eléctricos.
  • Revisar la póliza de seguro: Asegurarse de que incluya cobertura integral por fenómenos naturales y daños a baterías. Comparar opciones con aseguradoras como GNP o Allianz, que tienen experiencia con VE.  
  • Estacionamiento seguro: Durante lluvias intensas, estacionar en lugares elevados o cocheras cerradas para evitar inundaciones.  
  • Capacitación básica: Familiarizarse con el manual del vehículo y los protocolos de emergencia en caso de exposición al agua.  
  • Mantenimiento preventivo: Revisar sellos y sistemas eléctricos con un técnico especializado antes de la temporada de lluvias.  
  • Contactar a las autoridades: En caso de quedar varado, llamar al 103 (Defensa Civil), 100 (Bomberos) o 911 (Policía) y evitar manipular el vehículo si está sumergido.

Conclusión: Las lluvias recientes han puesto en evidencia las vulnerabilidades de los vehículos eléctricos e híbridos en México, un país donde la infraestructura y las políticas no han alcanzado el ritmo de la electromovilidad. Los propietarios enfrentan riesgos financieros y de seguridad, mientras que las aseguradoras y fabricantes deben clarificar sus compromisos. Para Protección Civil y bomberos, la falta de recursos y capacitación es una amenaza latente. En un contexto de cambio climático, donde las lluvias extremas serán más frecuentes, es urgente que México fortalezca su infraestructura, regule las garantías y capacite a sus cuerpos de emergencia. Los dueños de VE e híbridos, por su parte, deben ser proactivos para proteger su inversión y su seguridad. La tormenta no espera, y la electromovilidad debe estar preparada para enfrentarla.

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