Europa se ha dado cuenta de que el rearme debe empezar en las carreteras: una invasión rusa desataría una congestión fatal

En 2022 ya se hablaba de ello: contar con un ejército mejor no sirve de mucho si no se puede poner en marcha. Aquel año fue el inicio de muchas reuniones en Europa con la invasión rusa de Ucrania como mecha. Entonces se habló de rearme, pero la atención también se centró en algo que Europa acaba de elevar en la lista de prioridades: la necesidad de preparar las carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos para el rápido movimiento de tropas y tanques.
De fondo: Rusia.
La vulnerabilidad militar europea. Contaba hace tres años el medio Politico que el debate sobre la capacidad real de Europa para resistir un eventual ataque ruso había puesto en primer plano un aspecto fundamental que suele quedar oculto tras los anuncios de rearme: no basta con tener más tanques o soldados si no se dispone de las infraestructuras necesarias para moverlos rápidamente.
Carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos de la Unión Europea muestran serias limitaciones cuando se trata de soportar el peso y el volumen de blindados modernos, o de absorber un tránsito militar intenso en momentos de crisis.
El este. Como advirtió entonces el teniente general estadounidense retirado Ben Hodges, excomandante del Ejército de Estados Unidos en Europa, el problema se agrava cuanto más se avanza hacia el este: puentes incapaces de sostener carros de combate alemanes, británicos o estadounidenses y rutas montañosas que dificultan el acceso a países clave como Rumanía.
En caso de emergencia, los cuellos de botella podrían retrasar el despliegue de fuerzas aliadas justo en los puntos donde se necesitarían con mayor urgencia, como el paso de Suwałki entre Polonia y Lituania o las rutas hacia el Mar Negro.

El primer mecanismo. Para hacer frente a estas carencias, la UE lanzó el Mecanismo Conectar Europa (CEF), un fondo de infraestructuras que también cubre la movilidad militar. Sin embargo, el presupuesto destinado a esta misión se redujo drásticamente: de los 6.500 millones de euros inicialmente propuestos se pasó a solo 1.700 millones, y de ese dinero, la Comisión acabó asignando 340 millones a 22 proyectos, la mayoría de pequeña escala y centrados en Europa Central.
Entre ellos destacaban la mejora de enlaces ferroviarios entre Amberes y Alemania, la modernización de dos aeropuertos en Polonia y la conexión de la base militar de Tapa en Estonia. También se incluyeron apoyos modestos a grandes proyectos estratégicos como Rail Baltica, el corredor ferroviario de 5.800 millones de euros que conectará los países bálticos con Polonia, o Via Baltica, la carretera que atraviesa la región, que recibió apenas 60 millones de apoyo comunitario.
La nueva advertencia. De vuelta a la actualidad, contaba esta semana el Financial Times que el comisario europeo de Transportes, Apostolos Tzitzikostas, ha vuelto a lanzar una advertencia que sacudía los cimientos de la defensa europea: el continente no está preparado para una guerra de gran escala contra Rusia porque sus carreteras, puentes y redes ferroviarias son inadecuadas para el traslado rápido de tropas y blindados.
Según explicó, muchos puentes son demasiado estrechos, demasiado viejos o directamente inexistentes, lo que impediría el tránsito de tanques de, por ejemplo, 70 toneladas pensados para operar en cuestión de horas. En la práctica, trasladar fuerzas militares desde el oeste hasta el este de Europa tomaría semanas o incluso meses, un desfase inaceptable en caso de una ofensiva rusa repentina.

La estrategia. ¿Solución? Para corregir esta debilidad estructural, Bruselas trabaja ahora en un plan de 17.000 millones de euros que prevé la modernización de 500 proyectos críticos a lo largo de cuatro grandes corredores militares que atravesarán el continente. Se trata de un diseño realizado en coordinación con la OTAN y sus mandos militares, cuyos detalles permanecen clasificados por motivos de seguridad.
La idea es que tropas y equipos pesados puedan desplazarse en cuestión de horas, reduciendo por mucho el tiempo de reacción ante una agresión. Además de reforzar puentes y adaptar carreteras, se buscará eliminar trabas burocráticas para evitar que convoyes militares queden retenidos en fronteras europeas por protocolos de aduana que, en tiempos de guerra, serían un lastre fatal.
El contexto del rearme y Rusia. El nuevo plan se inscribe en un esfuerzo más amplio de rearme continental que hemos venido contando. La Unión Europea estudia un paquete de hasta 800.000 millones de euros para reforzar su autonomía defensiva, en parte como respuesta a las presiones de Washington y a la posibilidad de una reducción sustancial de la presencia militar estadounidense en Europa.
A ello se suma la advertencia del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien en junio avisó que Moscú podría atacar a un miembro de la Alianza antes de 2030. El mensaje de Tzitzikostas encaja en esta lógica de urgencia: sin la capacidad de mover tropas de forma ágil, cualquier plan de defensa europea quedaría en papel mojado frente a la maquinaria militar rusa.
La pugna presupuestaria. Aunque la Comisión Europea ha incluido la movilidad militar en su propuesta para el presupuesto 2028-2034, diplomáticos advierten que la cifra inicial de 17.000 millones podría diluirse en las negociaciones. Esta fragilidad presupuestaria es vista como una contradicción peligrosa: mientras se plantea elevar el gasto en defensa al 5% del PIB (con un 1,5% destinado específicamente a infraestructuras militares), algunos Estados miembros (España a la cabeza) se resisten a asumir los costes de una modernización tan vasta.
Tzitzikostas, mientras tanto, insiste en que Europa no puede permitirse seguir dependiendo de otros ni quedar desarmada por su propia lentitud burocrática. La modernización de puentes, túneles y vías férreas no es solo un asunto de transporte civil: se ha convertido en la columna vertebral de la futura defensa europea.
Una cosa está clara para comisario: una invasión no esperaría a que se resolvieran formularios ni a que se reforzara un puente.
Imagen | 7th Army Training, U.S. Army Europe, European Roads
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