Un emblema de EEUU se ha colado en la guerra de Ucrania. Rusia ha convertido sus camionetas en catapultas de drones shaheds
La semana pasada, un documental emitido por el canal de televisión del ejército ruso, Zvezda, desvelaba la mayor fábrica rusa de drones de combate. En las imágenes no solo veíamos cientos de drones Geran-2 negros terminados, todos en fila dentro de la instalación secreta. También veíamos que la fábrica tenía su propio campo de pruebas donde los dispositivos se montaban sobre camionetas que sirven como lanzadera. El modelo era sorprendente.
Camionetas Made in Usa. Una investigación del Kyiv Independent ha revelado un mecanismo de evasión de sanciones que permite a Rusia disponer de camionetas pickup estadounidenses, concretamente los exitosos modelos Ram 1500 TRX, pese a la prohibición de exportarlas tras la invasión a gran escala de Ucrania en 2022.
El hallazgo es particularmente alarmante porque tras el documental de Zvezda se ha verificado que los drones kamikaze se lanzan desde estos modelos Ram 1500 modificados. Según el medio, aunque Ucrania señala que las catapultas fijas son más fiables para el despegue, la simple aparición de estos vehículos en la propaganda oficial demuestra la utilización de bienes de origen occidental en la maquinaria militar rusa.
Evasión de sanciones. Tras la imposición de sanciones, Stellantis (propietaria de la marca Ram) interrumpió en 2022 toda exportación a Rusia. Sin embargo, desde entonces al menos 130 Ram 1500 han entrado en el país mediante rutas indirectas. Aquí aparecen varias empresas con sede en Emiratos Árabes, como Automax Motors FZE, Fine Cars EAEU-FZE o Mehrzad Cargo & Shipping, quienes han actuado como intermediarias, reexportando decenas de vehículos a compañías rusas privadas en San Petersburgo y Moscú.
Esta técnica de “transshipment” es un método clásico de evasión, donde los bienes viajan primero a un país no sancionador antes de ser enviados a Rusia. Incluso en redes sociales, algunas de estas firmas han presumido abiertamente de cargamentos destinados a Rusia, lo que muestra la laxitud del control en ciertos mercados del Golfo.
La ruta directa desde USA. Pero hay algo más grave. Se descubrió que Arivir Corp, una empresa con sede en Virginia, vendió al menos ocho Ram 1500 TRX fabricados en 2023 directamente a la filial rusa Arivir Rus, propiedad de un ciudadano ruso. Según documentos de aduanas filtrados, el procedimiento era sistemático: la compañía estadounidense adquiría los vehículos en concesionarios, los revendía a su homóloga rusa y gestionaba el envío.
Qué duda cabe, este comercio viola claramente las restricciones de exportación estadounidenses salvo que existiera una licencia especial, la cual es casi imposible de obtener en este contexto. Ni Arivir Corp ni las demás firmas contactadas respondieron a las consultas de la investigación. En cambio, el grupo Stellantis sí ha dado explicaciones. El grupo recuerda que “ha detenido todas las ventas de vehículos en Rusia y suspendido sus operaciones de fabricación en ese país” a partir de 2022. Y añade que “prohíbe contractualmente a todos los canales de distribución enviar vehículos a Rusia”.
Implicaciones estratégicas. Los expertos consultados por el KI subrayan que cualquier exportación de este tipo sin licencia constituye una violación de los controles de exportación de Estados Unidos, independientemente de la ubicación del intermediario. Además, las empresas implicadas podrían enfrentarse a sanciones secundarias que afectarían a su capacidad de operar en el mercado internacional.
Para Ucrania, la situación revela tanto la insuficiencia de los mecanismos de cumplimiento de sanciones como la necesidad de que los fabricantes occidentales refuercen sus sistemas de control de clientes y distribuidores. Lo que en apariencia son simples camionetas se convierte en un recurso bélico capaz de integrarse en la infraestructura de ataque rusa, añadiendo una capa más de complejidad al esfuerzo internacional por debilitar la capacidad militar de Moscú.
Imagen | Zvezda