EEUU ha llegado a amenazar a Apple para que fabrique el iPhone en el país. Su respuesta: gastar 500 millones en imanes

Apple ha sido objetivo de amenazas y críticas de Donald Trump desde el comienzo de la crisis arancelaria. El presidente de Estados Unidos ha exigido recientemente que fabrique el iPhone en el país o pague un arancel del 25%. No solo pide salir de China, tampoco le sirve India, que era la gran alternativa.
A falta de que desde Cupertino informen sobre cambios estructurales, Apple ha anunciado una inversión de 500 millones de dólares en MP Materials, una empresa con sede Nevada que, según la compañía, es el único productor integrado de tierras raras del país.
Imanes, joder (dijo Jesse Pinkman). Fabricar el iPhone en Estados Unidos es inviable para Apple si quiere evitar uno de 2.300 dólares, pero la compañía sí va a invertir en la economía local como le piden desde el Gobierno. Y el plan, de momento y en parte, pasa por imanes. En concreto, imanes de neodimio procedentes de tierras raras fabricados en el país, y desarrollados en Fort Worth, Texas. Los imanes son esenciales en el iPhone y en mucha electrónica moderna: componente clave de la carga por MagSafe, también son cruciales en micrófonos y altavoces. El suministro de los primeros imanes de tierras raras comenzará en 2027.
Un plan mayor. Los 500 millones de dólares suponen más que una adquisición de materiales. Apple y MP Materiales han anunciado inversión en la planta de Texas, pero también la construcción de una nueva planta de reciclaje Mountain Pass, California. En ella reprocesarán materiales reciclados, como componentes viejos de dispositivos usados, que utilizarán en productos de Apple. Sin embargo, el anuncio no solo se queda en ellos: distribuirán imanes por todo el mundo ante la creciente demanda de imanes de tierras raras, en el sector de la electrónica, pero también en la automovilística, aeronáutica y militar.
Los 500 millones se enmarcan dentro de una inversión mucho mayor ya anunciada por Apple en plena amenaza arancelaria: 500.000 millones de dólares a lo largo de los próximos años, con la que buscan construir una planta de fabricación servidores de IA en Houston, fechada para 2026, y un centro de capacitación industrial en Detroit.
El guiño a Washington es claro. El comunicado de Apple justifica la necesidad de realizar esta inversión en una empresa local, pero de fondo está el hecho de demostrar al Gobierno federal que están priorizando la economía nacional. Tim Cook mencionó que «la innovación estadounidense impulsa todo lo que hacemos en Apple, y estamos orgullosos de profundizar nuestra inversión en la economía de EEUU».
Además, también responde al objetivo de Trump de crear empleo tecnológico nacional: «el aumento de producción generará decenas de nuevos empleos en manufactura avanzada e investigación y desarrollo». Ahora no mencionan cifras completas, pero el compromiso de los 500.000 millones prometía la creación de 20.000 puestos de trabajo.
Intereres propios. Logrando un suministro local, Apple también gana autonomía frente a China, auténtica dominadora mundial de las tierras raras: controla el 70% de la producción y el 90% de su procesado. Las amenazas de Trump se volvieron en contra de las tecnológicas del país, porque el país asiático bloqueó la exportación de sus tierras raras más valiosas.
Luchando contra las grandes limitaciones del país. Tim Cook ha dicho en el pasado que no pueden fabricar en Estados Unidos, entre otras cosas, por falta de conocimiento industrial. En ese sentido, el comunicado afirma que las compañías «proporcionarán una amplia capacitación para desarrollar la fuerza laboral, creando un grupo completamente nuevo de talento y experiencia de EE. UU. en la fabricación de imanes».
Por el Liberty Phone, sabemos que lograr un smartphone 100 % estadounidense es tremendamente complicado. Su CEO decía que «pero hay algunas piezas que sencillamente no disponen de cadena de suministro», por lo que tendrán que seguir trabajando en mejorar la disponibilidad. Lo irónico es que ni el T1 de Trump Mobile logrará ser fabricado en el país.
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