La bonanza hidrológica no podía ser eterna: la sequía vuelve a ser una amenaza real tras un junio extremadamente cálido, y también seco

El mes de junio ha sido el más cálido desde que tenemos registros, según ha confirmado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Quizás más llamativo sea el hecho de que, pese a sucesivas tormentas intercaladas entre los episodios cálidos, el primer mes veraniego de 2025 ha sido más seco que la media.
Cálido y seco. AEMET ha publicado su resumen meteorológico del mes de junio. En este confirma algo que ya intuíamos: el mes pasado fue extremadamente cálido, con una anomalía térmica media de 3,6º Celsius por encima de lo que sería habitual en estas fechas. También ha sido más seco de lo habitual, con un 68% de las precipitaciones que cabría esperar del sexto mes del año.
23,7º. Según el resumen publicado, la temperatura promedio durante el mes de junio fue de 23,7º en la Península, lo que implica la antes mencionada anomalía. Junio de 2025 se ha convertido en el más caluroso de la serie histórica por una amplia diferencia: 0,9º por encima del récord anterior, marcado en 2017.
También las Baleares vieron un mes “extremadamente cálido”, con una media 3,1º por encima del promedio. Las Canarias sin embargo se quedaron en un registro algo menos extremo: con una anomalía de 0,7º, su mes de junio fue catalogado como “muy cálido”. Volviendo a la Península, en algunas áreas del noreste la anomalía térmica en este mes llegó a superar los 4,5º.
Falta de agua. Los resultados del resumen meteorológico en lo que respecta al calor son los esperados, pero hay otro detalle importante y es el referido a las precipitaciones. El mes pasado fue también más seco de lo habitual en la España peninsular, con precipitaciones medias de 21,7 mm, más de un 30% por debajo del junio promedio.
Esto puede resultar llamativo si tenemos en cuenta los diversos episodios tormentosos vistos a lo largo del mes. Estas tormentas fueron intercalándose, sirviendo de alivio entre los sucesivos episodios cálidos ocurridos durante el mes.
Baleares, sin apenas agua. Pero el caso más extremo no fue el de la España peninsular sino el vivido en las islas Baleares. En el archipiélago mediterráneo las precipitaciones cayeron cerca del 99% respecto a la media.
Durante el mes pasado el archipiélago recibió tan solo 0,1 mm de lluvia. Sin llegar a tal extremo, Canarias también experimentó un mes seco: 0,7 mm, el 27% de lo que sería convencional en junio. En la Península algunas zonas aisladas vieron precipitaciones superiores a la media, especialmente en la Meseta Norte y en el valle del Ebro.
¿Cambio en la tendencia? Entre el pasado otoño y la última primavera, las elevadas precipitaciones lograron sacar a buena parte del país de la situación de sequía en la que se encontraba. Pantanos y embalses antes bajo mínimos vieron crecer su volumen de agua notablemente.
Una gran noticia que fue acogida con cierto grado de escepticismo tras más de un año de sequía. Junio no es el primer mes más seco de lo habitual que vemos en el último año, pero cuanto menos es un recordatorio de que la época de bonanza hidrológica no será eterna y que debemos prepararnos para cuando la sequía vuelva a imperar.
Imagen | AEMET