
Por: Redacción | 02 de julio de 2025
CUSAEM Acusada de corrupción que abuso laboral
- Millones Desviados, Deudas Impagables y una Seguridad Pública al Borde del Colapso
- Adeudos millonarios al ISSEMyM afectan a trabajadores
Entre la opacidad financiera, los adeudos millonarios y las acusaciones de corrupción, el Cuerpo de Seguridad Auxiliar del Estado de México (CUSAEM) opera en un limbo que pone en riesgo a sus trabajadores y cuestiona su papel en la seguridad pública.
Los elementos del CUSAEM enfrentan retrasos en servicios médicos y pensiones debido a una deuda estimada en 5,000 millones de pesos con el ISSEMyM, mientras los ingresos de la institución no se reflejan en beneficios para sus 28,000 elementos.
Acusaciones de corrupción y abuso de autoridad
El CUSAEM arrastra señalamientos que empañan su labor como organismo auxiliar de seguridad.
Opacidad en ingresos y contratos
Con ingresos estimados entre 2,000 y 3,000 millones de pesos anuales, la falta de transparencia en los contratos del CUSAEM con empresas privadas y gobiernos genera dudas sobre el destino de esos recursos. En el corazón del Estado de México, el Cuerpo de Seguridad Auxiliar del Estado de México (CUSAEM), creado en 1972 para complementar las labores de la policía estatal, se encuentra en el ojo del huracán. Con 28,000 elementos desplegados en seis regiones operativas, este organismo descentralizado de la Secretaría de Seguridad debería ser un pilar de protección para instituciones públicas,
empresas y ciudadanos. Sin embargo, su historial está marcado por opacidad, irregularidades financieras y señalamientos de corrupción que afectan no sólo su credibilidad, sino también la vida de sus trabajadores.
Una deuda que pesa sobre los hombros de los elementos
El CUSAEM, que opera bajo la dirección de Carlos Javier Álvarez Cárdenas y la supervisión de Cristóbal Castañeda Camarillo, titular de la Secretaría de Seguridad, enfrenta una crisis financiera que golpea directamente a sus elementos. Según un reporte de La Jornada Estado de México (2024), el organismo debe aproximadamente 5,000 millones de pesos al Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) por cuotas no pagadas desde 2018. Esta deuda, parte de los 1,200 millones que la Secretaría de Seguridad adeuda en total, ha sumido al ISSEMyM en un déficit actuarial de 17,000 millones de pesos, afectando el acceso a servicios médicos y pensiones de los trabajadores. “Es inhumano que quienes arriesgan su vida por la seguridad no tengan acceso a atención médica básica”, denunció un usuario en X (@CiudadanoEdomex, 10-06-2025). A pesar de un convenio firmado en 2023 para regularizar pagos, la deuda persiste, y los elementos del CUSAEM han salido a las calles de Toluca a manifestarse, exigiendo justicia. Corrupción: Una sombra que no se disipa
Los escándalos han acompañado al CUSAEM durante años. En 2022, El Universal Edomex reportó casos de extorsión por parte de elementos en Naucalpan y Tlalnepantla, donde comerciantes eran obligados a pagar cuotas a cambio de “protección”. Más grave aún, un informe de Milenio (2023) sugirió vínculos de algunos elementos con grupos delictivos en Ecatepec y Nezahualcóyotl, aunque sin pruebas concluyentes. Recientemente, un post en X (@SaludEdomex, 12-06-2025) denunció que guardias del CUSAEM asignados a hospitales públicos exigían pagos ilegales a visitantes, una práctica que indigna a trabajadores de la salud y pacientes. Estas acusaciones, sumadas a reportes de acoso laboral y contrataciones poco transparentes, refuerzan la percepción de que el CUSAEM opera más como una empresa privada que como un organismo público al servicio de la ciudadanía.
Ingresos millonarios, pero ¿a dónde van?
Con ingresos estimados entre 2,000 y 3,000 millones de pesos anuales por contratos con gobiernos y empresas privadas, el CUSAEM debería ser un ejemplo de solvencia. Sin embargo, la opacidad en sus finanzas es alarmante. Según el Ejecutivo Central (2017), entre 2012 y 2017, el organismo recibió 8,000 millones de pesos en contratos federales, y su participación en el mercado de seguridad privada sigue siendo significativa. A pesar de ello, los elementos perciben salarios de entre 3,600 y 9,000 pesos mensuales, y la capacitación que reciben es calificada como “básica” por los propios guardias. El Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) ha señalado irregularidades, como 12.3 millones de pesos en gastos no comprobados en 2022 y 8.5 millones en equipo de vigilancia sin justificar en 2023. Y la pregunta persiste: ¿dónde terminan los recursos?
Un limbo legal que perpetúa la impunidad
El CUSAEM opera en un “limbo legal” que le permite evadir una fiscalización estricta. Aunque está sujeto a auditorías del OSFEM, la falta de transparencia en sus contratos y la utilización de múltiples razones sociales dificultan el rastreo de sus ingresos. En 2025, el OSFEM incluyó al CUSAEM en su Programa Anual de Auditorías, pero las recomendaciones de mayor control interno y transparencia parecen quedarse en el papel. Mientras tanto, las denuncias de desvío de recursos y pagos “por fuera” persisten, alimentando la desconfianza ciudadana.
Un llamado a la rendición de cuentas
El CUSAEM, con su estructura de 28,000 elementos y presencia en sectores clave del Estado de México, podría ser un modelo de seguridad eficiente. Sin embargo, su historial de opacidad, corrupción y negligencia hacia sus trabajadores lo convierte en un símbolo de lo que no debe ser la seguridad pública. Los elementos del CUSAEM, que enfrentan riesgos diarios, merecen condiciones laborales dignas y claridad en el manejo de los recursos que generan. La sociedad mexiquense, por su parte, exige un organismo que priorice la seguridad sobre los intereses comerciales. Es hora de que el gobierno estatal, liderado por Delfina Gómez Álvarez, tome medidas contundentes para sanear al CUSAEM, transparentar sus finanzas y garantizar que cumpla con su mandato: proteger, no explotar Por su parte, información de los Cuerpos de Seguridad Auxiliares del Estado de México (CUSAEM), ha insistido en que la época en que era catalogado, incluso, como la “caja chica” del gobierno estatal, quedó muy atrás.
Por su parte el CUSAEM, expresó que la corporación de guardias y vigilantes que, por años, han padecido la disidencia de falsos dirigentes que actúan al margen de la organización, hoy en día, el grupo discrepante se congratuló por los resultados de una reunión, en donde estuvieron presentes los altos mandos de CUSAEM, y gratamente sorprendidos por la presencia de algunos comandantes jefes de regiones, quienes no era frecuente su participación.
El actual comandante en jefe, Carlos Javier Álvarez Cárdenas, se reunió con algunos grupos que han provocado la escisión entre los elementos, y tras platicar ampliamente de los proyectos que se tienen para CUSAEM, y sobre todo, de mejoras importantes que se están dando a las prestaciones de los guardias y vigilantes, al parecer ya acordaron quienes permanecían contrarios a la nueva etapa de dicho gremio.
Existe el proyecto de la actual administración, en implantar un esquema de profesionalizar a los elementos, con cursos, pero sobre todo de otorgarles reconocimientos oficiales a quienes se siguen capacitando, y acreditando que realmente son capaces de responder a las necesidades de las empresas que soliciten la seguridad privada.
Actualmente se están realizando acciones en la corporación policiaca, previas a su regularización, entre ellas, la implementación de un tabulador para el salario de los agentes a la par de un esquema de ruta profesional.
Explica que hay transparencia en los recursos que se manejan en los CUSAEM, cuyas autoridades están en la mejor disposición de que se les realicen auditorías.
