Ford apostó por el coche eléctrico y hasta dividió su empresa. Resultado: los Ford ya no serán de Ford en Europa
Ford tendrá, al menos, seis coches eléctricos en el mercado. Cuatro de ellos no serán coches «puramente Ford». Y es que la compañía americana ha confirmado que ha llegado a un acuerdo con Renault para nutrir a la marca de dos coches eléctricos «asequibles». El acuerdo también contempla una futura asociación para vehículos comerciales.
Pero sobre todo, un concepto flota en el ambiente: ¿qué Ford esperamos para Europa?
Dos eléctricos made in Renault. Con una nota de prensa, Ford y Renault han confirmado que la primera utilizará la plataforma Ampere para lanzar dos coches eléctricos «asequibles» al mercado en los próximos años. El primero, señalan desde Ford, debería llegar a los concesionarios en los primeros compases de 2028.
Es decir, lo que parece seguro es que veremos una suerte de Renault 5 con el logo de Ford. La duda es si veremos un segundo coche eléctrico sobre la base del Renault 4 (para ampliar espectro con algo de tipo B-SUV) o sobre la base del Twingo para buscar otro tipo de cliente. De momento, todo indica a apuntar a nuevos Renault 5 y 4 de Ford.
En Francia. Estos coches de Ford con sabor francés se fabricarán, incluso, en Electricity, la planta que tiene Renault en Francia y de donde salen los mencionados Cinco y Cuatro, de ahí que sea la pareja que probablemente veremos en la calle.
La llegada de estos nuevos modelos también es un impulso a la propia fábrica. En ella se ensamblan los modelos eléctricos pequeños de Renault pero también el Nissan Micra (hermano del Renault 5). Tienen capacidad para seguir ampliando la producción y contaban con opciones de Alpine, Dacia o Mitusbishi, que también forman parte del Grupo Renault o son colaboradores.
La llegada de los nuevos Ford es un respaldo para una planta que tiene capacidad para ensamblar hasta 620.000 vehículos anualmente.
Ford, ¿qué Ford? En el comunicado, Ford ha querido marcar territorio y defender que los nuevos coches que salgan de la planta francesa contarán con las señas de identidad de la marca del óvalo. «Los dos coches contarán con una dinámica de conducción distintiva, un auténtico ADN de la marca Ford y una experiencia de usuario intuitiva», señalan desde la compañía.
Lo cierto es que a medio plazo, Ford tendrá en el mercado seis coches eléctricos y cuatro de ellos están montados sobre plataformas externas. Así, solo el Puma Gen-E y el Mustang Mach-E son coches puramente Ford. Los Ford Explorer y Capri se han lanzado sobre la base MEB de Volkswagen, con el ID.4 como hermano de los americanos. Ahora llegarán dos coches más eléctricos venidos desde fuera de la compañía.
Las dos velocidades. El anuncio no hace si no más que reafirmar la estrategia que Ford parece haber decidido para Europa. La compañía hace tiempo que habla de una empresa a dos velocidades donde los vehículos de mayor coste para el cliente (y beneficios para la empresa) los fabrica Ford con sus señas de identidad y los vende en familias exclusivas dentro de la propia compañía como Ford, Raptor o Bronco.
El resto de modelos, como los eléctricos, para los que hay que hacer grandes inversiones y cuyos resultados financieros no están siendo demasiado buenos por una acogida del cliente más lenta de la esperada, es la que se está dejando en manos de terceros. Es decir, Ford está tratando de centrar el tiro y hacer sus inversiones de mayor coste en aquellos modelos que saben que mejor les funciona.
Esto tiene una contrapartida. La marca corre el riesgo de diluirse entre modelos que tienen su toque personal, como el Explorer, pero donde es indudable que tienen un sabor muy característico a coche de Volkswagen. Esa estrategia de modelos «de terceros» para Europa pone en peligro la imagen de marca de la compañía y pueden situarla en una posición menos dominante si en el futuro quieren volver a hacer sus propias inversiones para el mercado europeo.
¿Y Valencia? El anuncio se suma al futuro Ford Bronco Sport para Europa, un modelo que se ensamblará en Valencia, según Automotive News, y que viene a mantener con vida a la planta con una «europeización» del modelo estadounidense con la base del Ford Kuga.
Hace algunas semanas, La Tribuna de Automoción también señalaba esta posibilidad y la de que otro segundo modelo llegaría a la planta valenciana. Esta estrategia ayudaría a mantener con vida la fábrica ensamblando modelos con motores de combustión mientras que los eléctricos (que requieren mayor inversión y menor retorno a precios bajos) se están dejando en manos de terceros.
Foto | Renault y Ford
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