Estado de México

Cae César Duarte: FGR detiene al exgobernador de Chihuahua acusado de desviar recursos públicos.

La captura reabre uno de los casos de corrupción más emblemáticos del país y marca un giro en la estrategia federal contra exmandatarios señalados por desfalcos millonarios.

Redacción

La Fiscalía General de la República (FGR) detuvo este lunes a César Duarte Jáquez, exgobernador de Chihuahua (2010-2016), acusado del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita. La aprehensión ocurrió en territorio chihuahuense y deriva de una orden emitida desde mayo de 2024, pero que no había sido ejecutada hasta ahora.

Duarte, quien fue uno de los cuadros más visibles del PRI en el norte del país, enfrenta nuevamente la justicia luego de haber recuperado su libertad en 2024, tras pasar por procesos de extradición, litigios prolongados y medidas cautelares que mantenían su situación jurídica abierta.

La FGR sostiene que durante su administración se desviaron recursos públicos mediante un esquema financiero diseñado para ocultar el origen ilícito del dinero. Las investigaciones apuntan a la utilización de empresas, cuentas bancarias y movimientos financieros que habrían servido para triangulación, adquisición de propiedades y ampliación de negocios personales vinculados al exmandatario.

Este caso se suma a las imputaciones que lo han perseguido desde hace casi una década: peculado, asociación delictuosa y desvíos millonarios que, según expedientes estatales y federales, afectaron de forma directa al erario de Chihuahua.

Duarte fue detenido por primera vez en 2020 en Estados Unidos y extraditado a México en 2022. Desde entonces, su caso se convirtió en un ejemplo de cómo la corrupción de alto nivel puede prolongarse en los tribunales durante años. Su liberación en 2024 no significó el cierre del expediente; por el contrario, las investigaciones continuaron su curso, especialmente después de que autoridades estadounidenses autorizaron que México le imputará cargos adicionales a los ya previstos en su extradición inicial.

La nueva orden de captura, finalmente cumplida, revive uno de los procesos más relevantes en materia de corrupción política en el país.

La detención tiene un peso político inevitable. Duarte representa una de las figuras más cuestionadas del priismo reciente y uno de los casos emblemáticos que erosionaron la credibilidad del partido en Chihuahua y a nivel nacional.

Para la administración federal y para la FGR, el arresto envía un mensaje: los expedientes contra exgobernadores no están cerrados y pueden reactivarse aún años después de iniciadas las investigaciones.

El exgobernador será presentado ante un juez federal para la formulación de imputación por lavado de dinero. La FGR deberá acreditar el flujo ilícito de recursos y su conexión directa con las decisiones tomadas desde el gobierno estatal durante su administración.

Además del proceso federal, persisten señalamientos locales que podrían reactivarse dependiendo de los avances en esta nueva etapa judicial.

La caída de César Duarte vuelve a colocar en el centro del debate la rendición de cuentas y la urgencia de sancionar desfalcos cometidos desde el poder. Para Chihuahua, el caso representa la posibilidad de esclarecer uno de los capítulos más oscuros de su administración reciente. Para el país, la oportunidad de demostrar que la justicia puede alcanzar incluso a quienes ocuparon los más altos cargos públicos.

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