Los españoles estamos dejando de tener árboles de Navidad porque no nos caben en casa. Así que ya hay empresas alquilándolos

No importa el año ni la ciudad. Al menos en España las Navidades suelen llegar acompañadas de una serie de imágenes que se repiten diciembre tras diciembre, de forma invariable: calles llenas de leds de colores, balcones en los que empiezan a asomar papanoeles y demás ornato navideño, escaparates en los que de repente predominan los colores dorados, plateados y rojizos… y salones de casa en los que de la noche a la mañana brotan árboles llenos de espumillón y guirnaldas.
Año tras año se repiten también las mismas preguntas: ¿mejor árbol natural o artificial? Y sobre todo… ¿Qué diablos hacemos con él después de Reyes, cuando toque recoger la decoración? ¿Dónde lo guardamos, si ya tenemos el trastero hasta arriba? Hay quien ha visto en esas dudas un negocio prometedor.
Pendientes del árbol. No hay Navidad sin adornos. Y no hay decoración navideña que se precie sin un buen árbol. Lleva siendo así toda la vida, pero por si hubiera dudas desde hace años se encargan de recordárnoslo ciudades como Vigo, Barcelona, Badalona o Madrid, empeñadas en levantar gigantescos árboles en pleno casco urbano. Algo parecido ocurre en los negocios, oficinas y casas.
La gente demanda árboles (tanto artificiales como naturales), algo que se deja sentir en los viveros y las grandes cadenas de decoración. A modo de referencia, National Christmas Tree Association (NCTA) calcula que cada año se venden en EEUU entre 25 y 30 millones de árboles navideños naturales, lo que exige de una enorme plantación con cientos de millones de ejemplares repartidos por el país. El dilema, ya se opte por abetos reales o falsos es… ¿Qué hacer luego con ellos?

Una pregunta, un negocio. Hay quien ha visto en esa pregunta y en la demanda de árboles navideños un negocio. Al fin y al cabo… ¿Por qué devanarse los sesos en escoger adornos, montarlos, desmontarlos y buscar luego un lugar en el que almacenarlos durante meses si podemos pagar a una empresa para que se encargue de todo? O mejor, ¿Y si en vez de comprar el árbol lo alquilamos?
Quizás lo de arrendar árboles suene extraño, pero llega una búsqueda rápida en Google para encontrar unas cuantas empresas que operan en España y se dedican precisamente a eso: a ceder temporalmente árboles llenos de luces s a cambio de una tarifa. La oferta es amplia e incluye desde pequeños ejemplares a otros de gran tamaño y porte, tanto para espacios interiores como exteriores.
¿Pero es un negocio? Sí. Las fiestas quizás duren solo unas semanas, pero si algo han demostrado empresas como Ximenez, la compañía cordobesa que se ha encargado de montar decoración en Vigo, Madrid, Barcelona o Milán, es que el ornato navideño puede convertirse en un negocio millonario. Al fin y al cabo no solo las familias demandan decoración. Lo hacen también gobiernos y empresas de todo tipo, desde comercios que no tienen espacio para almacenar los adornos el resto de año a hoteles que necesitan árboles para sus salones y pasillos.
En un almacén de Madrid… Una de las empresas dedicadas al alquiler de árboles de Navidad más populares de España es B&M, un negocio familiar con veinte años experiencia y que trabaja desde un almacén de Tetuán, Madrid.
Hace poco sus responsables explicaban a El Periódico de España que cada campaña salen de allí unos 200 árboles ya listos para decorar y que la propia empresa se encarga de recoger una vez pasan las fiestas. Su labor implica varios desafíos, como acertar con el gusto de sus clientes y coordinar la logística que requiere desmontar y retirar 200 árboles durante la segunda semana de enero. «La recogida es intensa porque el 9 todo el mundo quiere que lo recojas».
«Tres, cuatro horas por lo menos». Desde la empresa aclaran también que aunque pueda parecer una tarea sencilla, preparar el árbol ideal requiere trabajo. Primero trasladan una propuesta a los clientes. Luego le dan forma. «Un árbol de cuatro o cinco metros es un trabajo para unas cinco o seis personas, que tienen que echarle tres o cuatro horas por lo menos», aclara la firma, que explica por ejemplo que hay negocios que quieren árboles con sus colores corporativos.
¿Cuánto cuestan esos servicios? En su web se encuentran tarifas (con servicio de entrega y recogida incluidos) que van desde los 265 a 2.800 euros, sin IVA. Todo depende del árbol que se quiera. Los hay desde 1,5 a cinco metros.
¿Hay más opciones? Sí. La demanda de decoración de Navidad es lo suficientemente intensa como para que haya alentado otros negocios, como los que apuestan por la sostenibilidad y ofrecen un servicio de alquiler en maceta. ¿Su propuesta? Que en vez de comprar un árbol de plástico o llevarte un abeto talado alquiles uno que podrás colocar en tu casa vivo, con su maceta.
Una vez en tu salón podrás decorarlo y cuidarlo y pasadas las Navidades la empresa lo recogerá para llevárselo a un bosque o a su vivero de origen
Imágenes | Arun Kuchibhotla (Unsplash) y Jared Lind (Unsplash)
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