AEMET acaba de hablar sobre el puente de diciembre y son noticias agridulces porque el "buen tiempo" en diciembre siempre tiene trampa
Que si ‘NOA negativa‘, que si ‘tren de borrascas‘, pero lo que dice AEMET es que ,durante el puente (tras algunas lluvias persistentes en el norte), lo que vamos a tener es predominio de sol y temperaturas más altas de lo normal.
¿Cómo es posible? ¿Qué oscuras dinámicas atmosféricas están conspirando para que tengamos buen tiempo en el puente de la Constitución?
El fenómeno del rombo. Así es como lo ha denominado el meteorólogo Luismi Pérez en la Cadena Ser y la verdad es que la explicación es tan visual que nos puede ayudar a entender lo que está pasando. «Rombo» es una forma coloquial de definir una configuración isobárica que desvía el frío a Norteamérica y da estabilidad, pocas lluvias y altas temperaturas a nuestro país.
¿Y qué hace falta para que eso pase? Para que se de han hecho falta cuatro masas de aire:
- un robusto anticiclón en Terranova y Groenlandia
- otro anticiclón en la zona del Mediterráneo
- una borrasca en Azores
- y otra en la península escandinava
En la imagen superior se ve aún con dificultad, pero dispuestos sobre el mapa de isobaras «forman una figura aproximada de un rombo».
Por qué es importante. Meteorológicamente hablando, el rombo describe un tipo de bloqueo atmosférico muy característico: una reconfiguración del chorro polar y la trayectoria de las borrascas que nos aleja de los escenarios más fríos.
Si la cara es el tren de borrascas, esta es la cruz: breves periodos de estabilidad y buenas temperaturas.
Lo que podemos esperar en los próximos días. Según explicaba Pérez, este rombo «hace» que el aire muy frío acumulado en Groenlandia resbale hacia el oeste; es decir, hacia Norteamérica, en lugar de caer sobre Europa. Además, España (al quedar bajo la influencia de la borrasca de las Azores y el anticiclón mediterráneo) se asegura vientos de poniente y suroeste, que son más templados y agradables.
Lo que podemos esperar a largo plazo. Porque en segundo plano hay algo más serio: los cambios en la circulación atmosférica del océano Atlántico. Es decir, el aumento del número de episodios de estabilidad, cielos despejados y ausencia de frentes en otoño e invierno. Algo que puede percibirse como «buen tiempo», pero que agrava la sequía estructural y complica la planificación hídrica, agrícola y energética.
Por suerte, parece que no va a durar mucho. Lo justo para dejarnos disfrutar del puente
Imagen | ECMWF
