En plena crisis de la vivienda, hay un colectivo que está acaparando el mercado del lujo: extranjeros que pagan a tocateja
El mercado inmobiliario emite señales que muestran que los extranjeros han ganado un peso relevante en la compraventa de viviendas de lujo, lo que lleva a pensar en cambios en el perfil del comprador internacional. España ya no es solo destino de familias o parejas de otros países interesadas en hacerse con un pisito para sus vacaciones en busca de sol y playa. También recibe gente adinerada que quiere instalarse aquí, en las ciudades, y es capaz de pagar su casa a tocateja.
Los datos desde luego son sugerentes.
«Destino de primer nivel». Lo advertía hace poco en una entrevista con Idealista Paloma Pérez Bravo, CEO de Residencial de Lucas Fox, una plataforma especializada en el mercado premium: «España ha pasado de ser una escapada de sol y playa a un destino de lujo de primer nivel». Desde su experiencia, el país «ha dejado de ser la casa del sol para ser la casa de la inversión. La gente quiere más primera residencia que segunda porque se están trasladando a España».
No es el único cambio que aprecia. A su firma, explica Bravo a la SER, llegan ahora nómadas digitales, emprendedores procedentes de América, ingleses y americanos, también empresarios e inversores que solían invertir en EEUU y ahora se encuentran con problemas allí por la política migratoria de Trump.
¿Hay datos? Sí, aunque parten sobre todo de empresas, con lo que deben manejarse con cierta cautela. En su informe sobre previsiones de mercado para 2026, Lucas Fox revela por ejemplo que el 62% de los compradores que cierran operaciones por valor de más de 2,5 millones de euros son extranjeros, más del 60% de las ventas de ultra-lujo se firman sin necesidad de financiación y buena parte de las adquisiciones se hacen en busca de una «residencia principal», no para convertir la propiedad en casa de vacaciones o como inversión.
De cara al año que viene, la empresa espera además que la actividad en los segmentos prime y super prime crezca un 3-6% y 6-10% respectivamente y deja botando una idea fundamental que nos habla del perfil de aquellos clientes que adquieren las casas más caras: «El comprador internacional ya es mayoría». En concreto, destaca el peso de los europeos, seguidos de americanos y británicos.
Otro porcentaje: 92%. Lucas Fox no es la primera que advierte de la frecuencia con la que suenan los acentos extranjeros en las inmobiliarias especializadas en mercado premium. Hace unos meses Barnes aseguraba que el 92% de los compradores del mercado de lujo español eran ya foráneos.
De ellos, alrededor de la mitad (49%) eran además inversores llegados de fuera de la UE, con una presencia destacada sobre todo de mexicanos, colombianos, venezolanos, rusos, chinos y árabes. Los comunitarios suponían el 43% mientras los españoles, según la inmobiliaria, se quedaban con un exiguo 8% del total.
¿Hay más pistas? La respuesta vuelve a ser afirmativa. Otra compañía que compartía datos hace poco es LuxuryEstate, un portal de vivienda premium que confirma que las búsquedas de compradores internacionales interesados en el mercado español representa ya una parte sustancial de su tráfico.
Destaca sobre todo la demanda de información procedente de países europeos como Alemania, Francia, Italia, Bélgica o Países Bajos y el interés que despierta el segmento premium de Cataluña, Baleares, Madrid o la Comunidad Valenciana. Otras regiones, como Canarias o País Vasco también parecen despuntar.
Un destino consolidado. LuxuryEstate constata de hecho que el nuestro «ya no es solo un destino aspiracional, sino un mercado altamente competitivo». El comentario está en sintonía con lo que señala a Lucas Fox o incluso CaixaBank Resarch, que en un análisis reciente sobre los cambios en el perfil del extranjero residente que adquiere vivienda en España, advierte: «España se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos para la inversión de lujo en Europa».
Diferentes compradores. En el mismo informe, CaixaBank recuerda que la demanda de vivienda por parte de extranjeros ha crecido en los últimos años, primero tras la pandemia y luego gracias a la mejora en la financiación. También aclara que hay diferencias entre los extranjeros residentes y quienes no habitan aquí y buscan principalmente casas para sus vacaciones o como inversión.
De media los primeros (residentes) pagaban en 2024 unos 1.795 €/m2 y los segundos (no residentes) 3.063 €/m2. Son valores sensiblemente superiores a los que registraron los compradores nacionales, que se movieron en los 1.713.
Con todo, el último balance de Registradores de la Propiedad muestra que la demanda extranjera de vivienda se ha reducido en el tercer trimestre del año, representando el 13,6% del total. El porcentaje refleja todo el mercado, no solo el segmento de lujo, aunque hay quien advierte que este último no está siendo ajeno a la escasez de oferta, lo que entre otras cuestiones afecta a sus precios.
Imágenes | DaYsO (Unsplash)
