Toluca pospone la rehabilitación de pozos y desata reclamos por improvisación y falta de planificación
El Ayuntamiento alega que es “para no afectar a la población”, pero usuarios cuestionan la decisión y señalan que ahora sí toman en cuenta su opinión
FIRR
Toluca, Méx.— La suspensión temporal de las rehabilitaciones hídricas programadas para diciembre, entre ellas la del pozo El Calvario, volvió a encender el malestar entre vecinos de diversas colonias de la capital mexiquense, quienes señalan que la autoridad municipal actúa sin planificación, comunica tarde y justifica decisiones contradictorias bajo el argumento de “no afectar a la ciudadanía”.
El alcalde Ricardo Moreno anunció que los trabajos se pospondrán hasta enero “para optimizar recursos públicos y fortalecer la seguridad hídrica del municipio”. Sin embargo, para los habitantes de zonas que ya padecen intermitencias en el suministro, el retraso solo prolonga el problema y evidencia —dicen— que el Ayuntamiento improvisó fechas, no previó alternativas y ahora pretende convertir la falta de planeación en un gesto de consideración hacia la población.
Las colonias José María Oviedo, Cuauhtémoc, Universidad, La Merced, El Ranchito, Centro, Morelos Primera y Segunda Sección, Izcalli IPIEM, Las Haciendas, Infonavit Tollocan, Federal, Residencial Colón y Ciprés serían afectadas por las obras. Para los residentes, el anuncio del aplazamiento llegó apenas días antes del inicio previsto, generando la percepción de que la autoridad actuó tarde y sin diagnóstico técnico claro.
“Dicen que nos quieren evitar molestias, pero cuando hemos pedido soluciones por falta de agua no nos hacen caso. Ahora resulta que sí nos escuchan”, reclamó una vecina de La Merced, quien recordó que los reportes por baja presión y cortes siguen sin resolverse desde meses atrás.
Aunque el gobierno municipal insistió en que la rehabilitación de los pozos es parte de un ejercicio de responsabilidad y austeridad, organizaciones vecinales señalaron que responsabilidad sería planificar con anticipación, coordinar con CAEM y dar a conocer rutas de abastecimiento emergente mientras los pozos están fuera de operación.
Para muchos habitantes, postergar los trabajos no evita afectaciones: solo las difiere y agrava la incertidumbre sobre el acceso al agua potable, un servicio que ya es irregular para miles de hogares en Toluca.
El Ayuntamiento sostiene que su compromiso con la modernización de la ciudad y la garantía del derecho al agua sigue firme. No obstante, la suspensión de obras clave revela un vacío de planeación que deja a las colonias en vilo y alimenta la percepción de que las decisiones se toman a destiempo y bajo improvisación.
Obras necesarias, comunicación deficiente; la rehabilitación de pozos como El Calvario es necesaria para evitar fallas mayores, reconocen especialistas. Sin embargo, la falta de calendarios claros, alternativas provisionales y comunicación anticipada ha convertido una obra técnica indispensable en motivo de inconformidad social.
Con el aplazamiento hasta enero, los habitantes temen que la capital mexiquense enfrente un inicio de año con obras simultáneas, desabasto temporal y un Ayuntamiento que, lejos de prevenir la crisis hídrica, responde sobre la marcha y sin escuchar los reclamos acumulados.
