AEMET ha lanzado su predicción para el invierno y confirma la tendencia que ya no es anomalía: un invierno "sin frío"
Pese a que podemos tener en mente que el invierno no comienza hasta el próximo 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno, para la meteorología ya hemos comenzado con la estación desde hoy mismo. Una estación en la que todos podríamos esperar una gran racha de frío polar para estar en casa con una manta y viendo una serie en la televisión. Pero la AEMET ha rebajado estas previsiones atendiendo a lo que vivimos en años anteriores.
A través de una publicación en X la AEMET ha dado la bienvenida a este nuevo invierno 2025-2026, pero con una mala noticia a sus espaldas: va a ser mucho más cálido de lo habitual con una alta probabilidad. No estamos hablando de días sueltos de «veroño», sino de una señal estadística robusta que abarca todo el trimestre (diciembre-enero-febrero). Lo que antes llamábamos anomalía, los datos empiezan a llamarlo norma: el invierno en España se está diluyendo.
Mapa de calor. La predicción estacional de AEMET no deja mucho margen a la duda. Según los modelos probabilísticos, la temperatura media se situará en la zona cálida en todo el país.
En concreto, para la AEMET el este peninsular y las Baleares tienen una probabilidad de que sea un invierno mucho más cálido que supera el 70%. En el caso de Canarias y Baleares es donde se va a encontrar la «zona cero» de este calentamiento, con un aumento térmico muy acusado con respecto a sus valores normales. En el resto de la península, la probabilidad ronda el 50%, lo que sigue siendo una señal que apunta a tener un invierno lo más normal posible con respecto a lo que hemos visto en los años anteriores.
La lluvia. Si en temperaturas parece que no vamos a tener muy buenas noticias con una alta probabilidad, en lo que respecta a precipitaciones parece que si hay que ser optimistas. A priori, los modelos apuntan a que no vamos a tener un invierno extremadamente seco pero tampoco demasiado húmedo. Y es que las precipitaciones parece que van a estar cercanas a la media, aunque con una gran variabilidad.
No todos los meses de este invierno va a llover de la misma manera, haciendo hincapié sobre todo en la segunda mitad de invierno, es decir, finales de enero y febrero, donde los modelos apuntan a la llegada de fases dinámicas con frentes y borrascas. Esto es algo que puede encajar con los estudios sobre la pérdida de hielo marino en el Ártico que altera la circulación atmosférica y puede derivar en unos inviernos mucho más «húmedos o variables» en la Península ibérica, rompiendo los patrones que veíamos en nuestro entorno.
28 días de «no invierno». Para entender el porqué la AEMET está tan segura de este pronóstico, hay que mirar al retrovisor. Los informes más recientes, como el de Climate Central, ya alertaron de que en el pasado invierno España experimentó una media de 28 días con temperaturas por encima de la media histórica.
Para ello, los expertos se centran en la reducción de los días donde tenemos temperaturas bajo cero con una caída brusca de los días donde hay heladas. Además, ciudades como Valencia están viendo como los núcleos urbanos se están convirtiendo en hornos incluso en pleno invierno.
Y es un grave peligro, como apuntaba el informe CLIVAR-Spain advierte que esta amplificación del calentamiento y la alteración de la variabilidad invernal suponen un desafío crítico para nuestros ecosistemas, que necesitan el reposo del frío invernal para sus ciclos biológicos.
El adiós al frío histórico. Lo que AEMET nos está diciendo con esta previsión para 2025-2026 es que la atmósfera en España tiene cada vez más energía acumulada. Estudios de Funcas y análisis de la propia AEMET corroboran que el descenso en la cobertura de nieve y el aumento de episodios cálidos no son coyunturales, sino que al final son la realidad a la que nos enfrentamos.
Estamos ante un escenario donde los inviernos no desaparecen, pero sí se “suavizan” hasta hacerse irreconocibles respecto a los de hace tres décadas. Si tienes ropa térmica preparada para este año, es posible que, salvo episodios puntuales de borrascas en febrero, se quede en el armario.
Imágenes | Thom Holmes Immo Wegmann
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